Un error del equipo italiano deja al español sin posibilidad de conseguir su tercer título de campeón, que finalmente fue a parar al alemán Vettel

Ferrari hunde a Alonso

Los componentes del equipo Red Bull celebran el título del alemán Vettel.
Un clamoroso error de la escudería Ferrari, que hizo detenerse a Fernando Alonso muy pronto a cambiar neumáticos, lo que le dejó en mitad del pelotón y sin posibilidad de progresar, le dio el título mundial al alemán Sebastian Vettel (Red Bull), vencedor de la última carrera de la temporada, el GP de Abu Dabi.
Alonso quería una carrera aburrida para que no se alteraran las posiciones de la sesión de clasificación, con Vettel en primera posición, Hamilton segundo y el español tercero. Pero las cosas comenzaron a complicarse cuando Alonso perdió un puesto en la salida en beneficio de Button.
Acto seguido, Michael Schumacher hizo un trompo y se le subió encima el Force India del italiano Liuzzi. Varios pilotos aprovecharon la salida del coche de seguridad para cambiar ya las ruedas, como el caso del ruso Petrov (Renault), el alemán Rosberg (Mercedes) o el también español Alguersuari (Toro Rosso).
Cuando se liberó la carrera, Vettel ocupaba la primera posición por delante de los McLaren de Hamilton y Button, a los que seguía sin dificultades Fernando Alonso, que precedía al australiano Mark Webber (Red Bull).

Entra Webber
En la novena vuelta, en la curva de salida bajo el puente del hotel Yas, Webber tocó ligeramente los raíles de seguridad, dañó la llanta trasera derecha y el neumático comenzó a perder aire. Y dos giros después entró en el garaje, lo que provocó el pánico en Ferrari.
Webber se incorporó a la pista en decimosexta posición, por detrás de Alguersuari. Estaba claro que en mitad del tráfico le iba a ser muy difícil progresar e inquietar a Alonso, que se mantenía cuarto. Pero en Ferrari preparaban ya el cambio de ruedas para el ovetense.
Parecía que había habido un momento de cordura, porque Alonso no se detuvo y los mecánicos se retiraron a su puesto. Pero no. Debió ser sólo un momento de respiro de los estrategas, que cambiaron de táctica y detuvieron en el siguiente giro a Felipe Massa ya que pensaban que éste saldría por delante del australiano para controlarle.
El primer fiasco llegó cuando Massa se incorporó a la pista después del cambio de neumáticos y salió por detrás de Webber, con lo que se habían jugado ya una carta y la habían perdido. A pesar de ello, decidieron insistir en el error.
En la vuelta decimoquinta de las 55 de las que constaba la carrera, los estrategas de Ferrari deciden marcar al piloto que marchaba en decimoquinta posición (Webber) y que había adelantado ya a Alguersuari, ignorando que se había detenido obligado por el toque contra el raíl de seguridad y que Alonso no tenía margen para salir por delante de Rosberg y Petrov, que ya habían cambiado los neumáticos.

El Mundial se escapa
Alonso se detuvo a realizar el cambio de ruedas y se incorporó a la pista justo por delante de Webber. Ahí Ferrari perdió el Mundial que casi tenía ganado Alonso el sábado cuando había logrado el tercer puesto en la formación de salida.
El español se quedó detrás de Petrov, cuyo Renault era un misil en las rectas del circuito de Yas Marina. Después de haberla pifiado en la táctica, le sugerían a Alonso por radio que diera lo mejor porque era 'crítico' (vital) adelantarle.
A pesar de los intentos no había hecho falta que se lo dijeran por radio. Alonso no podía con Petrov, y aunque hubiera podido aún le quedaba superar a Rosberg, y para el más difícil todavía cuando Kubica se detuvo a cambiar neumáticos a nueve vueltas del final (el polaco había comenzado la carrera con los neumáticos duros y Hamilton había sido también incapaz de adelantarlo. Kubica regresó a la pista por delante de su compañero).
Relegado a la séptima posición por una estrategia equivocada, sólo una avería mecánica de Vettel como en Corea podía darle el título a Alonso.
El alemán consiguió la victoria. Al volante del mejor coche se proclamaba campeón del mundo.

El campeón

Sebastian Vettel aseguró que se quedó 'sin habla' cuando los ingenieros le comunicaron por radio que el título era suyo, y subrayó que ha liderado una sola vez el Mundial 'pero ha sido 'cuando importaba'.
'Me he quedado sin habla. Increíble la temporada para mí, física pero sobre todo mentalmente. Siempre hemos creído en el coche y he creído en mí mismo. He intentado no pensar en nada, sólo en ganar la carrera', explicó Vettel, que lloró de emoción al saberse campeón después de cruzar la línea de meta.
Vettel admitió que le había beneficiado que el británico Lewis Hamilton 'saliera detrás de Kubica después de la parada, que se quedara ahí atrapado, pero el coche ha ido fenomenal y ganar el título en la última carrera ha sido increíble.
'Para ser honrado debo decir que no sabía nada. En las diez últimas vueltas, mi ingeniero me daba consejos para tratar de acabar la carrera. Yo me preguntaba por qué él estaba tan nervioso', dijo.
Al hacer un balance de la temporada, el alemán recalcó que 'hemos visto unas luchas increíbles y un campeonato muy apretado. No sé cuantas veces ha habido un líder diferente. Muchos pilotos fueron descartados muy pronto y luego regresaron a la lucha, como Fernando (Alonso) o Lewis (Hamilton)'.
'Podría escribir un libro con las carreras en las que podríamos haber logrado una mejor posición. Todos hemos tenidos altos y bajos. Ha sido una temporada muy dura', acabó.

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