El español David Ferrer y el francés Jo-Wilfried Tsonga garantizan un finalista inédito en Roland Garros y desafían la hegemonía de los cuatro grandes, que por primera vez en casi tres años no coparán los dos puestos finales de un Grand Slam.
Será la semifinal de dos postulantes a los primeros puestos del ránking, uno de larga duración, el español, que desde hace años viene llamando a la puerta de los elegidos sin que hasta ahora haya podido ganar a ninguno de ellos en una ronda final de un torneo importante.
Desde la final de Wimbledon de 2010, en la que se coló el checo Tomas Berdych, todas las finales de los Grand Slam habían sido disputadas por los cuatro grandes: el serbio Novak Djokovic, el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal y el británico Andy Murray.
Ferrer ganó a su compatriota Tommy Robredo por 6-2, 6-1, 6-1, aplastado por la fatiga de más de doce horas que le costaron las tres remontadas que había protagonizado en los días previos. El español tendrá ahora la ocasión de luchar por la primera final de su carrera en un Grand Slam, en su sexto intento y ante un jugador que tiene peor ránking que él.
Tsonga tampoco ha perdido una manga, pero ha tenido que pasar más tiempo en la pista para alcanzar el penúltimo escalón. Llogró meterse entre los cuatro mejores tras firmar una expeditiva victoria contra el suizo Roger Federer, favorito número dos, que apenas opuso resistencia.
El helvético, que sólo ha sumado en París uno de sus 17 triunfos en Grand Slam, aguantó el primer set, incluso llegó a dominar por 4-2, pero se atascó en ese momento a medida que el servicio del francés se convirtió en un arma asesina.
Un balance de 8-1 a favor de Tsonga dejaron sentenciada la primera manga (7-5) y encarrilada la segunda, que también cayó del lado del galo. Al igual que la tercera en la que Federer ya parecía tener la mente puesta en otra parte del planeta.
Hoy buscarán las semifinales el español Rafael Nadal, defensor del título, y el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo. El primero lo intentará contra el suizo Stanislas Wawrinka y el segundo se medirá al veterano alemán Tommy Haas.
CUATRO. 15,45 HORAS.
Desde la final de Wimbledon de 2010, en la que se coló el checo Tomas Berdych, todas las finales de los Grand Slam habían sido disputadas por los cuatro grandes: el serbio Novak Djokovic, el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal y el británico Andy Murray.
Ferrer ganó a su compatriota Tommy Robredo por 6-2, 6-1, 6-1, aplastado por la fatiga de más de doce horas que le costaron las tres remontadas que había protagonizado en los días previos. El español tendrá ahora la ocasión de luchar por la primera final de su carrera en un Grand Slam, en su sexto intento y ante un jugador que tiene peor ránking que él.
Tsonga tampoco ha perdido una manga, pero ha tenido que pasar más tiempo en la pista para alcanzar el penúltimo escalón. Llogró meterse entre los cuatro mejores tras firmar una expeditiva victoria contra el suizo Roger Federer, favorito número dos, que apenas opuso resistencia.
El helvético, que sólo ha sumado en París uno de sus 17 triunfos en Grand Slam, aguantó el primer set, incluso llegó a dominar por 4-2, pero se atascó en ese momento a medida que el servicio del francés se convirtió en un arma asesina.
Un balance de 8-1 a favor de Tsonga dejaron sentenciada la primera manga (7-5) y encarrilada la segunda, que también cayó del lado del galo. Al igual que la tercera en la que Federer ya parecía tener la mente puesta en otra parte del planeta.
Hoy buscarán las semifinales el español Rafael Nadal, defensor del título, y el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo. El primero lo intentará contra el suizo Stanislas Wawrinka y el segundo se medirá al veterano alemán Tommy Haas.
CUATRO. 15,45 HORAS.
