Las escuderías Mercedes y Red Bull volvieron a exhibir su poderío habitual en una sesión de clasificación del GP de Alemania atípica por la estrategia seguida por Ferrari, que, consciente de que la lucha por la 'pole' no va con ellos, lo fió todo a la carrera.
Mercedes se mostró una vez más el más rápido el sábado, de nuevo en la figura de Lewis Hamilton como sucedió en el GP de Gran Bretaña, mientras que la gran sorpresa del día fue la eliminación en segunda ronda de su compañero, el alemán Nico Rosberg, cuando aspiraba también al primer puesto.
Al igual que el resto de temporada, el alemán Sebastian Vettel fue su principal rival, pero finalmente tuvo que conformarse con la segunda plaza de la parrilla delante de su público.
A diferencia de otros grandes premios, las notables distancias en el rendimiento entre los dos compuestos escogidos por Pirelli para la carrera motivó ver unas estrategias distintas en la clasificación de cara a la carrera.
Así, Ferrari optó por usar el neumático blando -más rápido pero con gran degradación- en las dos primeras rondas para superar la criba con solvencia y dejar el duro -más lento y con mayor resistencia al desgaste- para la tercera, aún a sabiendas de que esta decisión le relegaría a la cuarta fila de la parrilla.
Ante la imposibilidad de luchar por la 'pole' frente a Mercedes y Red Bull, y quizá también con Lotus, Ferrari apostó por iniciar la carrera con los duros para retrasar lo máximo posible la primera parada, al prever una gran degradación del compuesto blando en los primeros compases de la prueba con los tanques de gasolina llenos.
Al igual que Ferrari, el británico Jenson Button y el alemán Nico Hülkenberg optaron por una estrategia similar a la de los Ferrari.
La gran sorpresa del día fue Nico Rosberg. Durante todo el fin de semana se mostró muy competitivo y como claro aspirante a la primera plaza de la parrilla, pero un error de su equipo le hundió en la segunda ronda de la clasificación.
En la carrera los pilotos deberán completar 60 vueltas a los 5.148 metros del Nürburgring, hasta cubrir los 308,623 kilómetros con los que cuenta la prueba.
Vettel afronta la carrera como firme líder, con 132 puntos en ocho grandes premios, frente a los 111 de Alonso, segundo, mientras que Raikkonen cuenta con 98, Hamilton con 89 y Webber con 87.
Al igual que el resto de temporada, el alemán Sebastian Vettel fue su principal rival, pero finalmente tuvo que conformarse con la segunda plaza de la parrilla delante de su público.
A diferencia de otros grandes premios, las notables distancias en el rendimiento entre los dos compuestos escogidos por Pirelli para la carrera motivó ver unas estrategias distintas en la clasificación de cara a la carrera.
Así, Ferrari optó por usar el neumático blando -más rápido pero con gran degradación- en las dos primeras rondas para superar la criba con solvencia y dejar el duro -más lento y con mayor resistencia al desgaste- para la tercera, aún a sabiendas de que esta decisión le relegaría a la cuarta fila de la parrilla.
Ante la imposibilidad de luchar por la 'pole' frente a Mercedes y Red Bull, y quizá también con Lotus, Ferrari apostó por iniciar la carrera con los duros para retrasar lo máximo posible la primera parada, al prever una gran degradación del compuesto blando en los primeros compases de la prueba con los tanques de gasolina llenos.
Al igual que Ferrari, el británico Jenson Button y el alemán Nico Hülkenberg optaron por una estrategia similar a la de los Ferrari.
La gran sorpresa del día fue Nico Rosberg. Durante todo el fin de semana se mostró muy competitivo y como claro aspirante a la primera plaza de la parrilla, pero un error de su equipo le hundió en la segunda ronda de la clasificación.
En la carrera los pilotos deberán completar 60 vueltas a los 5.148 metros del Nürburgring, hasta cubrir los 308,623 kilómetros con los que cuenta la prueba.
Vettel afronta la carrera como firme líder, con 132 puntos en ocho grandes premios, frente a los 111 de Alonso, segundo, mientras que Raikkonen cuenta con 98, Hamilton con 89 y Webber con 87.
