Sueños de Olimpia

Lew Alcindor, más conocido como Kareem

Abdul-Jabbar entrega un balón simbólico a modo de testigo a Lebron James.
photo_camera Abdul-Jabbar entrega un balón simbólico a modo de testigo a Lebron James.


El jugador estadounidense de la NBA, Lebron James, batió el rércord de puntos de la historia de la competición durante la pasada semana.

El récord pertenecía a Kareem Abdul-Jabbar, presente en el momento de la celebración. Una auténtica estrella del deporte, cuyo carácter introvertido y reservado, minimiza su verdadera dimensión.

Kareem podría estar en cualquier debate sobre el mejor de todos los tiempos. Sus números y títulos igualan a los Jordan, James, Russell o Chamberlain. Su activismo social incluso supera a varios de los mencionados, además en una época convulsa en los Estados Unidos.

Nació como Ferninard Lewis Alcindor en 1947, hijo de Cora y Ferninard, policía de Nueva York. Ambos fervientes católicos.

Además de ser un fenomenal atleta y poseer un talento y estatura natural para el baloncesto, el joven Lew tenía inquietudes sobre su raza, historia y aquel momento social.

Ganó tres títulos estatales con su instituto mientras los veranos trabajaba como periodista en una comunidad de Harlem. En una ocasión entrevistó a Martin Luther King, momento que le marcó en especial. Medía dos metros, se sentía muy diferente y acomplejado por la altura.

En UCLA, universidad de Los Ángeles, progresó como deportista y persona. Ganó 3 títulos con abrumadora superioridad junto a su adorado entrenador John Wooden. La NCAA llegó a prohibir el mate para limitar su poder y el desarrolló un lanzamiento a distancia -"el gancho"- que se convirtió en imparable.

En esa etapa universitaria tomó drásticas medidas. Renunció a la selección de los Juegos de México 68. Además decidió cambiar su nombre y convertirse al Islam.

Rostro sereno, gafas y eterno tiro 'sky hook'

Kareem Abdul Jabbar, ejecutando su imparable tiro, el gancho del cielo o "sky hook".
Kareem Abdul Jabbar, ejecutando su imparable tiro, el gancho del cielo o "sky hook".

Alcindor rechazó un millón de dólares de los Globetrotters y fichó por los Milwaukee Bucks de la NBA. Pronto se convirtió en una estrella de la competición.

Su estilo era elegante, serio, concentrado, sin gestos ostentosos. El mito del béisbol Jackie Robinson fue su mayor influencia. Adoptó el número 33 en honor a otro de sus ídolos, el jugador de fútbol americano Mel Triplett.

Un golpe en la córnea del ojo izquierdo en su etapa universitaria le obligó a buscar una protección especial. De unas primitivas gafas de buceador, terminó con un modelo que se convirtió en clásico en la historia del deporte.

Su etapa más gloriosa transcurrió tras su traspaso a Los Angeles Lakers, en 1975. Allí coincidió con otro fenómeno llamado "Magic" Johnson y con un fabuloso equipo entrenado por el elegante Pat Riley.

Los Lakers del espectáculo, del "showtime", coincidieron en una época de crecimiento y expansión mundial de la NBA. La meditación, el yoga o las clases de artes marciales junto a su amigo Bruce Lee prolongaron la carrera de Kareem hasta los 42 años.

Hasta su última canasta, nadie pudo defender su mítico y personal tiro, que un periodista bautizó como "sky hook", el gancho lanzado desde el cielo.

Alcindor reaccionó a la fama vistiendo una coraza y refugiándose en su mundo. Fue tan rebelde como Muhammad Ali, pero con mucha menos repercusión social. Quizá porque sus palabras no eran ofensivas y siempre se declaró patriota estadounidense.

Tras la retirada fue más sociable, entrenador ocasional e incluso participó en un concurso de baile de un canal televisivo. 

Abdul Jabbar es un mito del deporte, con muchas facetas por descubrir.

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