El acuerdo con la Liga y con el sindicato de futbolistas sirvió para sortear el descenso y virtual desaparición del club

La LFP y la AFE evitaron el adiós del Deportivo

El presidente de la AFE, Luis Rubiales el miércoles, atendiendo a los medios de comunicación. (Foto: DXT)
Una decisión técnica y la ayuda de la Liga de Fútbol Profesional y la Asociación de Futbolistas Españoles contribuyeron a salvar al Deportivo del descenso administrativo a Segunda B, que podría haber conducido a la liquidación del club gallego.
Para afrontar la deuda con los jugadores y que estos retiraran las denuncias unos minutos antes de que finalizara el plazo, el Deportivo consiguió primero un acuerdo con la Liga y el sindicato de futbolistas.

Antes de las once de la noche, club, AFE, LFP y los jugadores de la plantilla de las temporadas 2011-12 y 12-13 firmaron un comunicado en el que anunciaban el acuerdo total, tanto para la deuda concursal (la generada antes de la entrada en concurso de acreedores), como la deuda contra la masa (la generada a partir de enero). Ésta última tenía que satisfacerse antes que acabara julio y para conseguirlo, el Deportivo debía conseguir que se desbloqueara el dinero necesario.

El club cumplía en ese momento las condiciones que el juez del concurso había fijado en dos autos a finales del pasado mes de abril para que el Deportivo pudiera disponer de un máximo de nueve millones de euros, que tras el descenso se quedaron en sólo tres.

Para ello se tenían que dar 'de manera estricta' tres premisas: que las cantidades fueran necesarias para que el Deportivo no cesara en su actividad, que no se superaran ese tope económico fijado y que obtuviera de un órgano competente un compromiso firme que no iba a ser expulsado de las competiciones oficiales por no haber pagado créditos concursales.

El Deportivo saldrá en Segunda y lo hará con Augusto César Lendoiro como presidente, al frente del Consejo de administración. El presidente aguantó el pulso y no firmó la propuesta de convenio. 'Somos responsables de una deuda y de unos éxitos, pero no vamos a permitir que nadie automáticamente piense que podemos firmar nuestra sentencia de muerte. En algún momento parecía un golpe de estado', dijo Lendoiro tras la reunión.

El dirigente, que fue increpado por parte de los 300 aficionados que esperaban el resultado de la cumbre, se mostró 'totalmente dispuesto a abandonar la presidencia', pero puntualizó que 'primero habría que saber quién es la alternativa y de qué forma'.

Desde ahora se centrará en construir un equipo competitivo con las 'ilusiones' de ascender.

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