El Lugo ha pasado este domingo en Girona (6-0) de su mejor registro defensivo en Segunda División a la mayor goleada que ha encajado en la categoría de plata.
El equipo gallego, que llevaba cuatro encuentros consecutivos sin encajar y puso fin a su mejor registro de imbatibilidad, que quedó establecido en 410 minutos, nunca había recibido seis goles en un partido de Segunda División.
La pesadilla del equipo gallego comenzó a la media hora de partido con un gol de Ortuño y siguió con los tantos de Migue, Iván López, Gerard Bordas, Pavón (en propia meta) y Timor.
Hasta el partido con el Girona, la derrota del Lugo con más goles en contra se remontaba al partido de la jornada 38 de la temporada pasada ante el Almería, en el que los gallegos cayeron 3-5 en el Anxo Carro.
Ese mismo curso, los rojiblancos también fueron goleados ante el Girona en Montilivi, donde encajaron cuatro goles en la jornada 35 (4-0), un resultado que ya había sufrido en Segunda en su primera temporada en la categoría de plata, la 1992-93, entonces en el campo de otro equipo catalán, el Lleida.
El último 6-0 que había encajado el Lugo databa de la temporada 2007-08, entonces en Segunda División B, en el campo del Vecindario, con Fonsi Valverde en el banquillo del equipo gallego.
Tras el encuentro ante el Girona, Dani Mallo, que regresó al once de Setién tras haber sido suplente en las tres jornadas anteriores, pidió "perdón" a la afición del Lugo "por la imagen" que ofreció el equipo en Montilivi, donde había defendido la portería local en las cuatro anteriores temporadas.
El portero coruñés, según recoge la web del Lugo, reconoció que fue "muy duro recibir seis goles" y abogó por recuperarse para el próximo partido, el domingo a las 18 horas ante el Tenerife en el Anxo Carro.
Por su parte, Quique Setién se propuso "salvaguardar un poco la confianza de los jugadores", que sea "debilitado" con la goleada de Montilivi, que calificó como "un accidente".
"Nuestra fortaleza mental está por encima de un resultado como este, estoy absolutamente seguro", indicó el preparador del Lugo, quien asumió su cuota de responsabilidad: "Quizá ha sido culpa mía por no haber mentalizado a los futbolistas de que nuestra posición en la tabla es por nuestra consistencia defensiva, no por lo bien que jugamos".
A pesar de la goleada, el Lugo continúa en puestos de promoción de ascenso a la Liga BBVA y está a siete puntos de la zona de descenso.
