Los lucenses alcanzan la permanencia después de superar por la mínima a un Mirandés al que condenan al descenso
El Lugo, vencedor por 1-0, se salvó ayerdel descenso a la vez que enviaba al Mirandés a Segunda B en la última jornada de la Liga Adelante, en la que el conjunto burgalés desperdició numerosas ocasiones en el último cuarto de hora tras el gol del equipo gallego.
Le valía el empate al Lugo y también le podría servir al Mirandés en función de otros resultados, así que en la primera parte los dos dejaron que avanzara el cronómetro con un aparente pacto de no agresión y ningún remate entre palos.
El Mirandés fue hacia arriba cuando sacó de centro, pero simplemente se trató de un simulacro, porque solo un par de ocasiones alteraron la monotonía de la primera mitad en el Anxo Carro.
Tras la reanudación, el choque mantuvo el mismo guión, aunque al Mirandés se le complicó la vida con el gol del Jaén ante el Alavés cuando el partido del Anxo Carro estaba en el minuto 54.Y aún se le puso más cuesta arriba cuando el Lugo se adelantó a falta de 18 minutos en un saque de esquina que emató a placer Carlos Pita.
Al Mirandés le entraron las prisas, Terrazas cambió de delantero, sentó a Goiría y situó en la punta de ataque a Díaz de Cerio. Los visitantes comenzaron a desperdiciar ocasiones, y cuando quedaban seis minutos, recibieron la buena noticia de que el Alavés había empatado ante el Jaén, lo que le sacaba momentáneamente del descenso.
El Mirandés se vio de nuevo en Segunda B en el minuto 87 con el segundo del Alavés en La Victoria, y otra vez en la Liga Adelante cuando el reloj ya se acercaba al noventa en Lugo.
Al conjunto de Terrazas le anularon un gol por fuera de juego de Díaz de Cerio en el descuento, José Juan sacó otra ocasión, Infante perdonó de cabeza el empate y el tercer gol del Alavés en Jaén los envió definitivamente a Segunda B.
Al final, mientras los aficionados del Lugo invadían el campo, algunos del Mirandés quedaron tendidos en el suelo, llorando el amargo descenso.
