Un centenar de cámaras, policías uniformados y de paisano, helicópteros, perros rastreadores...

El maratón de Nueva York más protegido

Nueva York afronta este domingo la primera edición de su popular maratón después del atentado con bombas que en abril pasado se cobró la vida de tres personas en la carrera de Boston, por lo que la ciudad aumentó las medidas de seguridad para la ocasión y ubicó hasta un centenar de cámaras a lo largo del recorrido.
Los organizadores registrarán todas las bolsas que se lleven a cualquier sitio cercano a la carrera, los familiares de corredores que quieran acercarse a la línea de meta deberán pasar un control especial y el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, adelantó que el despliegue policial será mayúsculo.

A lo largo del recorrido se han ubicado cien cámaras móviles de vigilancia que la Policía de Nueva York compró para la ocasión tras el atentado de Boston. Y que se añadirán a los centenares de agentes desplegados, uniformados y de paisano, a los perros rastreadores, a los helicópteros que sobrevolarán la ciudad y a los barcos policiales que vigilarán desde los ríos.

También es ésta la primera edición de la carrera después que el año pasado se cancelase la edición por el paso, seis días antes, del huracán 'Sandy', que inundó una quinta parte de la superficie de la ciudad, donde causó además 44 muertos y graves daños efectos que todavía siguen siendo visibles en numerosas zonas.

'Ésta será una carrera cargada de significado. Correremos pensando en todos aquellos afectados por Sandy el año pasado, y nuestros corazones estarán con los afectados por las bombas de Boston, estaremos con todos ellos', indicó la consejera delegada de New York Road Runners, la organización responsable de la carrera, Mary Wittenberg.

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