Mestalla (53.000 localidades), sede de la última final de la Copa del Rey, se presenta como la alternativa más real para albergar otra vez la final, ésta entre Barcelona y Athletic de Bilbao, el 25 de mayo aunque también podría ser el 20, pese a que catalanes y vizcaínos se hayan decantado por el madrileño Bernabéu.
Los motivos aducidos para exigir el Bernabéu son bien claros, la condición de neutralidad de Madrid y la mayor capacidad del estadio madridista (81.000 localidades), una vez descartada la opción del Camp Nou por ser el estadio de uno de los dos finalistas. Pero el Bernabéu está prácticamente descartado por culpa de unas obras de mejoras.