La arcilla roja de Roma le devolvió al español Rafael Nadal lo que la tierra azul de Madrid le había quitado, y con el triunfo por 7-5 y 6-3 ante el número uno del mundo, el serbio Novak Djkovic, en la capital italiana, el balear reconquistó el cetro del torneo romano y el número dos del mundo.
Nadal no sólo consiguió derrotar al número uno del mundo, algo que le da alas para Roland Garros, que comienza el próximo miércoles, si no que evita así a Djokovic en unas eventuales semifinales en París, ya que ambos quedarían en lados opuestos del cuadro, por lo que sólo podrían volver a medirse en una nueva final.
Con la victoriay, la sexta en Roma para Nadal, el balear suma además su 21 Masters 1.000 y supera al suizo Federer, que había llegado a esta cifra con la victoria en la Caja Mágica de la capital española.
En un campo más pesado de lo habitual debido a la lluvia, Nadal y Djokovic iniciaron el partido muy igualados, jugando a ver qué hacía el rival más que al ataque. La primera rotura llegó en el quinto juego, a favor de Nadal, pero Djokovic se la devolvió en el siguiente.
Nadal tuvo problemas con su primer servicioa, con el que la efectividad fue poco superior al 50 por ciento, en tanto Djokovic se mostró más irregular, intercalando golpes magníficos con errores de principiante.
Cinco pelotas de rotura tuvo que afrontar el serbio. Nadal se colocó 6-5 y con saque después de un espectacular intercambio en la red. Ganó el set el español, ante un Djokovic que, enfadadísimo, rompió la raqueta por segunda vez en Roma (ya lo había hecho en octavos de final ante el argentino Mónaco).
Djokovic volvió a ceder el saque en el primer juego del segundo set. A medida que la seguridad del mallorquín crecía aumentaba el nerviosismo del serbio, que evidenció problemas para aguantar los intercambios largos con Nadal y cometió muchos errores, un total de 41 en todo el encuentro.
Con 5-3 en el marcador a favor del español y con el serbio al servicio, el de Manacor logró un punto sobre la línea que le daba la ventaja para la bola de partido, provocando las quejas del serbio, que la daba fuera. Los nervios volvieron a poder con el de Belgrado, que regaló el punto de la victoria al cometer una doble falta.
La victoria le permite a Nadal recuperar su cetro de emperador de un torneo romano que ha ganado ya seis veces en los últimos ocho años y que la pasada edición le había arrebatado el serbio en dos mangas, por 6-4 y 6-4.
Con la victoriay, la sexta en Roma para Nadal, el balear suma además su 21 Masters 1.000 y supera al suizo Federer, que había llegado a esta cifra con la victoria en la Caja Mágica de la capital española.
En un campo más pesado de lo habitual debido a la lluvia, Nadal y Djokovic iniciaron el partido muy igualados, jugando a ver qué hacía el rival más que al ataque. La primera rotura llegó en el quinto juego, a favor de Nadal, pero Djokovic se la devolvió en el siguiente.
Nadal tuvo problemas con su primer servicioa, con el que la efectividad fue poco superior al 50 por ciento, en tanto Djokovic se mostró más irregular, intercalando golpes magníficos con errores de principiante.
Cinco pelotas de rotura tuvo que afrontar el serbio. Nadal se colocó 6-5 y con saque después de un espectacular intercambio en la red. Ganó el set el español, ante un Djokovic que, enfadadísimo, rompió la raqueta por segunda vez en Roma (ya lo había hecho en octavos de final ante el argentino Mónaco).
Djokovic volvió a ceder el saque en el primer juego del segundo set. A medida que la seguridad del mallorquín crecía aumentaba el nerviosismo del serbio, que evidenció problemas para aguantar los intercambios largos con Nadal y cometió muchos errores, un total de 41 en todo el encuentro.
Con 5-3 en el marcador a favor del español y con el serbio al servicio, el de Manacor logró un punto sobre la línea que le daba la ventaja para la bola de partido, provocando las quejas del serbio, que la daba fuera. Los nervios volvieron a poder con el de Belgrado, que regaló el punto de la victoria al cometer una doble falta.
La victoria le permite a Nadal recuperar su cetro de emperador de un torneo romano que ha ganado ya seis veces en los últimos ocho años y que la pasada edición le había arrebatado el serbio en dos mangas, por 6-4 y 6-4.
