Rafael Nadal y Roger Federer abren oficialmente la temporada esta semana en el torneo de Doha, en el que ambos quieren probar sus respectivas motivaciones en una sesión que promete especiales sensaciones.
Volver a Doha significa para Nadal recordar que en este mismo escenario tuvo dos puntos de torneo en la final ante el ruso Davydenko. Fue un mal augurio en el comienzo del año, que luego continuó con su retirada en los cuartos de final de Australia por una lesión de rodilla.
En Doha, Nadal y Federer se pueden ver de nuevo las caras. Y ya no serán partidos de exhibición como el disputado en Madrid, el de Zurich o el del sábado en Dubai. En la capital de Qatar, el de Manacor iniciará ya en serio un reto del que no quiere hablar mucho, la conquista del Abierto de Australia por segunda vez y con ello la consecución de cuatro torneos del Grand Slam seguidos.
En Doha, Nadal y Federer se pueden ver de nuevo las caras. Y ya no serán partidos de exhibición como el disputado en Madrid, el de Zurich o el del sábado en Dubai. En la capital de Qatar, el de Manacor iniciará ya en serio un reto del que no quiere hablar mucho, la conquista del Abierto de Australia por segunda vez y con ello la consecución de cuatro torneos del Grand Slam seguidos.
