Támara Echegoyen llega esta tarde a Peinador tras obtener el oro en Londres junto a la coruñesa Sofía Toro y a la asturiana Ángela Pumariega

“En ningún momento noté presión”

Támara Echegoyen Domínguez (Ourense, 17 de febrero de 1984) vive en una nube tras conseguir la medalla de oro en el Match Race femenino el pasado sábado en los Juegos. Todavía no se lo termina de creer, a la vez que espera llegar a Pontevedra cuanto antes para abrazar a sus padres.
Unas horas después del oro, ¿cómo se siente?
Sigo igual de emocionada. Estamos encantadas y hasta que lleguemos a España no nos vamos a dar cuenta de lo que hemos conseguido. Estamos muy contentas.

¿Las rivales las consideraban como una de los candidatas a medalla?
La verdad es que todos los equipos que estábamos en los Juegos nos conocíamos bien porque llevamos dos años y medio compitiendo en todas las regatas internacionales. Todas sabíamos cómo navegamos y a dónde podíamos llegar. Fue sorprendente la regularidad, pero entre la flota no creo que fuera una gran sorpresa.

¿Usted mismo, se sorprendió del nivel que llegaron a alcanzar?
Aguantamos muchos días de competición a un gran nivel y esto sí que fue sorprendente y algo que no esperábamos.
¿Hizo alguna promesa si ganaba el oro?
No se me ocurrió y la verdad es que es un alivio porque si la llegara a hacer, ahora tenía que cumplirla.

¿En quién pensó al acabar la regata?
Es un momento en el que es una felicidad tan grande que de lo único que tienes ganas es de abrazar a tus compañeras, que fueron las que trabajaron contigo durante los últimos meses para poder conseguir el sueño, y también al entrenador, que estaba en la neumática esperándonos. Me acordé de una persona como Rafa Trujillo, que hace un año y medio me dijo muy confiado: 'Tú serás la medalla sorpresa en los próximos Juegos'. Yo le dije, 'qué va Rafa, si aún queda mucho, y al cruzar justo la línea de llegada pensé en él y lo que me dijo.

Empezaron tarde, se juntaron en 2009 cuando ya había otras tripulaciones formadas, pero llegaron en el mejor momento en la competición clave...
Es el objetivo de estos cuatro años y lo conseguimos. Todos los deportistas tienen dificultades y nosotras también. Nos juntamos cuando pudimos y siempre hay que saltar algún obstáculo, pero conseguimos llegar y en un gran momento, que es lo importante.

¿Recuerda algún momento especialmente duro?
Ahora sólo me acuerdo de los buenos momentos. Los malos creo que te hacen levantarte y seguir hacia adelante, pero ahora sólo tengo los buenos en mente.

Toni Otero (el entrenador) me decía que la clave de estos días fue la tranquilidad que tuvieron en el agua a la hora de competir. ¿Está de acuerdo?
Creo que sí. La tranquilidad y tomar cada regata como una más nos ayudó a mantener la calma durante todo el torneo olímpico.

¿Se notaba la presión en los últimos días de competición?
Por nuestra parte no. En ningún momento noté la presión. Navegué tranquila porque sabía que era la única forma de seguir pasando fase tras fase. Puedo decir que soy afortunada porque disfruté todos los días en el agua y también reconozco que no sentí presión exterior que me hiciese desconcentrarme. Notábamos la propia exigencia competitiva, que es necesaria para todo deportista.

¿Y en el resto de tripulaciones?
En algunos equipos sí, pero es algo normal. Desde fuera, se notaba algo más de nerviosismo por ser unos Juegos Olímpicos.

La semifinal sin viento y la final, al día siguiente, con rachas fuertes. ¿Cómo se adaptan a estos cambios?
Normalmente, entrenamos con todo tipo de condiciones y nos adaptamos rápido a los cambios. Igual hacer un calentamiento un poco más largo antes de la regata, pero como ya has trabajado todo tipo de condiciones, sólo es cogerle el 'feeling' al viento.

Después de tres años juntas, ¿quedan secretos entre usted y sus compañeras (Toro y Pumariega)?
La verdad es que tengo una gran suerte porque nos llevamos muy bien. En el agua, estamos todo el día juntas y después, en tierra, nos divertimos mucho, por lo que la convivencia es muy fácil. De hecho, creo que estar juntas es una de las claves para que el equipo salga adelante. Nos llevamos muy bien.

El Match Race desaparece del calendario olímpico. ¿Ya pensó en su futuro?
Ahora, iré a la clausura de los Juegos y mañana (por hoy), volaré a casa, que tengo unas ganas enormes de ver a mis padres. Después, descansaré y supongo que ahí pensaré en cuál puede ser mi futuro. Necesito estar relajada y lo veré.

Quién le iba a decir a usted hace años, cuando empezó en barcos pequeños, que lograría un oro.
Lo ves tan tan lejos, que cuando estaba en el podio pensé: Yo este momento lo viví, pero a través de la televisión.

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