El Circuito Internacional de Bahréin (BIC), que debía iniciar el Mundial de Fórmula Uno el próximo 13 de marzo, anunció ayer que el Reino de Bahréin no organizará este año la carrera, para que el país pueda concentrarse en su proceso de diálogo nacional.
La prueba de Bahréin llevaba días en duda desde que surgieron los problema en el país, tanto por razones de seguridad o por el temor de que se utilizara la ocasión como plataforma mundial para dar a conocer las reivindicaciones políticas.
La Federación Internacional del Automóvil (FIA) señaló mediante un comunicado que apoyaba la decisión de lo que considera el 'aplazamiento' del Gran Premio de Bahréin, que del 11 al 13 de marzo iba a abrir el Mundial. La FIA señala en un comunicado que 'apoya la decisión de la federación bahrainí y de los responsables del circuito de aplazar la disputa del primer gran premio de la temporada 2011', dejando sin embargo abierta la posibilidad de que la carrera llegue a disputarse a lo largo del año.
El patrón de la Fórmula Uno, el británico Bernie Ecclestone, ya había dejado el pasado fin de semana en manos del príncipe heredero de Bahréin la decisión sobre la conveniencia o no de celebrar el mes que viene el primer Gran Premio de la temporada en ese país. Además, la mayoría de los pilotos y los equipos del Mundial habían manifestado su preocupación por la disputa de la prueba, mostrándose a favor de una cancelación o aplazamiento de la prueba.
La Federación Internacional del Automóvil (FIA) señaló mediante un comunicado que apoyaba la decisión de lo que considera el 'aplazamiento' del Gran Premio de Bahréin, que del 11 al 13 de marzo iba a abrir el Mundial. La FIA señala en un comunicado que 'apoya la decisión de la federación bahrainí y de los responsables del circuito de aplazar la disputa del primer gran premio de la temporada 2011', dejando sin embargo abierta la posibilidad de que la carrera llegue a disputarse a lo largo del año.
El patrón de la Fórmula Uno, el británico Bernie Ecclestone, ya había dejado el pasado fin de semana en manos del príncipe heredero de Bahréin la decisión sobre la conveniencia o no de celebrar el mes que viene el primer Gran Premio de la temporada en ese país. Además, la mayoría de los pilotos y los equipos del Mundial habían manifestado su preocupación por la disputa de la prueba, mostrándose a favor de una cancelación o aplazamiento de la prueba.
