Desconocemos si se trata de un homenaje póstumo al recientemente fallecido Juan Antonio Samaranch, pero la plantilla siguió entonando ayer el Amigos para siempre que tan popular hicieron los Juegos Olímpicos de Barcelona'92.
Por si la camadería existente entre Iago Aspas y Cristian Bustos no hubiese quedado clara el miércoles (luego nos vamos a tomar una cerveza juntos, dijo el pivote alicantino tras el feo incidente que ambos protagonizaron durante el entrenamiento), ayer López Garai recalcó la gran amistad que une a los dos participantes en una pelea más propia de un ring de boxeo que de un terreno de juego. Da la casualidad de que los dos implicados son de los que mejor se llevan de la plantilla, dijo el centrocampista vasco que, además, quiso quitarle hierro al incidente y explicó que trifulcas como las del miércoles ocurren a menudo en el mundo del deporte: La pelea no afectó al vestuario. Son cosas del fútbol. En el momento es normal que haya 20 segundos de tensión pero es algo que pasa en las mejores familias. No hay mal rollo en este vestuario. Garai no fue el único que se refirió al encontronazo entre Bustos y Aspas, Jonathan Vila también ofrecio su impresión sobre la trifulca y lo hizo en términos similares a los de su compañero. Lo (el miércoles para el lector) entre Bustos y Aspas son cosas que pasan. Es una anécdota del fútbol que no va a más. Es una entrada fuerte en un entrenamiento pero nada más, excusó el porriñés, que mañana volverá al once precisamente en sustitución del alicantino. Recordemos que Cristian Bustos propinó una fuerte patada en la espalda a Iago Aspas en el partidillo de la sesión del miércoles después de que éste le hubiese dado un codazo en un lance del juego. Posteriormente, tuvieron que ser separados por sus compañeros.
