Fábregas tomó el control del Barcelona ante Osasuna hasta la entrada de Leo Messi, aún convalenciente de una gripe

Recital de Cesc en Copa

Xavi y Cesc celebran uno de los goles del Barcelona
Con Messi convaleciente de un gripe observando atentamente desde el banquillo, Cesc se disfrazó esta noche del 'crack' de Rosario para rendirle una especie de homenaje en la primera mitad y encarrilar la victoria del Barcelona ante Osasuna, que el propio Messi completaría, con otros dos tantos, en la última media hora.
Partiendo de esa posición de falso '9' que tanto le gusta a la 'Pulga', cayendo a la banda, bajando a recibir entre líneas o permutando funciones con sus compañeros de ataque, Fàbregas puso en jaque al conjunto navarro, al que fulminó con dos zarpazos en apenas 18 minutos. Ambos goles llegaron tras sendas asistencias de Xavi, genialmente lúcido, magistralmente clarividente, imperial una vez más la hora de marcar los tiempos y los espacios.

Los navarros mejoraron tras la reanudación. Salieron a presionar más arriba, estiraron el campo y, aunque sin poner en aprietos a Pinto, lograron llegar con cierto peligro al área azulgrana, gracias a la velocidad de un insistente Cejudo.

La entrada de Leo
El Barça se había atascado en ataque y Guardiola llamó a Messi para sustituir a Pedro y jugar la última media hora. Messi cabecearía el tercero a falta de veinte minutos para el final y haría el cuarto en el tiempo añadido tras rematar la tercer asistencia de un magistral Xavi. Un disparo desviado de Lamah y un inocente falta lanzada por Nekounam fueron los últimos cartuchos visitantes.

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