República Checa, savia nueva y disciplina

La República Checa, un equipo que empieza a adquirir nuevas señas de identidad tras un doloroso relevo generacional, enfila la Eurocopa con una combinación de juventud y disciplina, lista para plantear dificultades a Polonia, Grecia y Rusia, sus rivales del grupo 'A'.
Los jugadores de Michal Bilek accedieron a la fase final tras superar a Montenegro en la repesca, con sendas victorias en los dos partidos, lo que sirvió también para confirmar al técnico praguense en su puesto, después de haber sido muy cuestionado durante la fase de clasificación.

La República Checa jugó en el Grupo I, el mismo de España, y sufrió lo indecible para superar a Escocia, que tuvo opciones hasta el final de arrebatarles la segunda plaza.

Un momento clave fue el empate a dos goles logrado por los centroeuropeos en Glasgow, al transformar el defensa Michal Kadlec un penalti señalado en el minuto 90.

Poco antes había adelantado a los suyos el centrocampista del Manchester United Darren Fletcher, ante el delirio de los hinchas de Hampden Park, que veían a su equipo en segunda plaza y con los deberes hechos.

Con un juego irregular y deslavazado, lo que les hizo caer frente a Lituania en el primer partido de la ronda clasificatoria, la llegada a la Eurocopa de Polonia y Ucrania comenzó a ponerse cuesta arriba.

Pero tras aquella derrota con el equipo báltico, los checos supieron recomponerse, y sólo volvieron a caer en los dos encuentros frente a 'La Roja'.

La mejoría del equipo se produjo tras incorporar a buena parte de la plantilla del Viktoria Plzen, una equipo que ha madurado mucho con su participación en la presente edición de la Liga de Campeones, lo que ha dado solidez defensiva y argumentos en la construcción de juego.

Jugadores del Plzen como Petr Jiracek, Vaclav Pilar, Frantisek Rajtoral o David Limbersky se han convertido ahora en indispensables, los dos últimos laterales de largo recorrido que se suman al ataque con facilidad.

Estos jugadores han sido nueva savia para un equipo centroeuropeo en horas bajas, que además ha ganado estabilidad y algo más de mordiente.

De esta manera, con la ayuda de Jiracek y el exosasunista Jaroslav Plasil haciendo trabajo de brega en el centro del campo, se ha podido dar más libertad a Tomas Rosicky, relevándole de un rígido esquema de juego, con campo para conectar -como él sabe- con sus compañeros de ataque.

El centrocampista del Arsenal dio un susto a los suyos después de anunciar molestias musculares, lo que retrasó su asistencia a la concentración en Graz (Austria).

En sustitución de Rosicky, Bilek convocó a última hora a otro jugador del Plzen, Vladimir Darida, un medio de 21 años y potente disparo.

Los jugadores del Viktoria Plzen han sido el recambio necesario para el colectivo centroeuropeo, que dejó de tener opciones serias en los campeonatos internacionales de selecciones absolutas después del Mundial de 2006.

Sobre todo tras envejecer viejas glorias como Jan Koller, Pavel Nedved, Karel Poborsky, Marek Jankulovsky o el mismo Tomas Ujfalusi, ex jugador del Atlético de Madrid.

Ahora Bilek ha montado un equipo joven y bien conjuntado, con Rosicky y el veterano portero Petr Cech como únicas individualidades a destacar, y al que quizás se le puede achacar un excesivo conservadurismo en sus planteamientos.

El máximo goleador del equipo sigue siendo Milan Baros, el delantero del Galatasaray de Estambul, con 40 dianas en sus 87 partidos internacionales, un jugador que debutó con el equipo absoluta en abril de 2001 y que necesitará reemplazo.

El preparador checo, que se considera hincha del fútbol español, no es amigo de experimentos, y apuesta más bien por una sólida defensa de cinco, con sólo un ariete en ataque.

Alineación probable: Petr Cech; Theodor Gebre Selassie, Tomás Sivok, Roman Hubník, Daniel Pudil, David Limbersky; Petr Jirácek, Tomás Rosický, Tomás Hübschman, Daniel Kolár, Jaroslav Plasil; Milan Baros.

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