EXHIBICIÓN DE BALONCESTO

Rienda suelta a la ilusión

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photo_camera Melilla 61-81 COB.

El COB se situa en el liderato de la LEB Oro después de derrotar a domicilio al Melilla por un contundente 61-81.

El COB es el nuevo líder de la LEB Oro. Al repaso al Rioja en el Pazo en la jornada inaugural siguió un recital en una de las canchas más complicadas de la liga. Ganó en Melilla y lo hizo, como ante su anterior rival, sin dejar dudas de su superioridad.

Este COB suelta definitivamente amarras con el pasado más reciente. Ilusiona por juego y por jugadores. Es un equipo que gustará al aficionado más exigente y, lo que es más importante, tiene baloncesto para competir ante cualquiera. El objetivo debe seguir intacto y pensar en la permanencia como meta pero, por lo pronto, ya está dos victorias más cerca. Modestia, toda. Ilusión, desatada y con argumentos para ello.

Anoche el equipo entrenado por Gonzalo García de Vitoria se gustó. Recital defensivo desde el primer minuto. Sin importarle el castigo inicial de faltas que condicionó a jugadores como Fieler o Busma. Intensidad en cada emparejamiento, buenas ayudas y agresividad en el rebote. El Melilla sufrió para anotar cada canasta.

La presencia de Adrián Laso y el músculo de Devin Wright fueron el único antídoto ante un COB muy superior. Suficiente para no disolverse pero nunca para competir la victoria. Cuatro triples en el primer cuarto y el talento en el juego de Suka-Umu o Rejón en el segundo mantuvieron siempre por delante al COB. Seis puntos de renta tras un parcial de 0-9 (11-17) y siete como máxima en la primera mitad (28-35).



Sensacional segunda mitad

Pero lo mejor llegó en la segunda mitad. Impecable. El Melilla no fue capaz de anotar durante tres minutos. Sin respuesta a una defensa interior del COB sin concesiones. Allison, Fieler, Busma, Rejón. Todos imponentes. Y el perímetro igual de activo.

En ataque cayó otro 0-9 que abrió la primera ventaja importante (33-45). El Melilla se notó grogui y el COB avisó con romper el partido ya en el tercer acto.

Llegaron cuatro minutos malos en ataque del COB pero la defensa fue un salvavidas impagable. La ventaja no bajó. Ni con un triple rival sobre la bocina. Ni con un inicio engañoso en el que el Melilla apretó el marcador (53-59).

Este COB no admite discusión. No depende de nadie y todos suman. Un par de robos, dos contraataques, una canasta de Rivero y de nuevo el colchón (53-65).

Sólo quedaba asegurar la victoria. Sencillo para un equipo que tiene un base como Rivero y al que complementan jugadores como Suka-Umu o Rejón. El pívot es un base en la zona y el alero demuestras estar en el grupo de los mejores jugadores de la competición. A su recital defensivo le sumó cinco puntos consecutivos de enorme calidad y que supusieron el adorno a un partido de su equipo para enmarcar.

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