El eslovaco Peter Sagan firmó el triplete en su debut en el Tour de Francia con otra exhibición en el sprint que le llevó a la victoria en sexta etapa, disputada entre Epernay y Metz, de 207,5 kilómetros, jornada marcada por una montonera que alejó a Alejandro Valverde en 2.08 minutos respecto a los favoritos y mantuvo a Fabian Cancellara como líder.
Tercera etapa para 'Tourminator', de 22 años, implacable de nuevo en la recta de llegada, esta vez en un sprint reducido por la caída que 25 kilómetros antes marcó el día, eliminando a varios candidatos y algunos nombres de la general, como Valverde y Frank Schleck entre otros.
Sagan derrotó al alemán Greipel y al australiano Matthew Goss, no a Cavendish, atrapado en el caos. Pero mientras el eslovaco irrumpía con el maillot verde, el Tour vivía momentos trascendentes. A cuatro segundos llegaron vivos el líder Cancellara y los principales favoritos, Wiggins, Evans, Nibali, Menchov y Samuel Sánchez.
Valverde y Franck Schleck quedaron cortados y les tocó perseguir. Cedieron 2.08 minutos y fueron los grandes derrotados junto al holandés Gesink, que perdió 3.08. Un palo fuerte para los tres en una jornada de teórica transición, un golpe que prácticamente les elimina de la lucha por el podio en vísperas de la llegada de la montaña, terreno más propicio para los tres en su lucha contra los contrarrelojistas, favorecidos en la presente edición de la carrera francesa.
El momento caótico llegó a 25 kilómetros de meta, una monumental montonera que afectó a 40 corredores, 'algo espectacular que me ha puesto los pelos de punta', resumía en meta Luis León Sánchez. Cortes en el pelotón, que quedó dividido en mil pedazos. Por delante se marcharon Wiggins, Evans, Menchov, Nibali y Evans. En el amasijo de bicicletas y entre gritos de dolor quedaron atrapados Valverde, Schleck, Hesjedal y Gesink.
Carrera destrozada, el desenlace fue glorioso para Sagan, que reforzó los cimientos para llevarse en París el maillot verde, un alivio para Wiggins, Evans y compañía, por salir ilesos, y un tormento para Valverde, cuyos objetivos cambian. El sueño del podio podría dar paso al de la caza de etapa.
Sagan derrotó al alemán Greipel y al australiano Matthew Goss, no a Cavendish, atrapado en el caos. Pero mientras el eslovaco irrumpía con el maillot verde, el Tour vivía momentos trascendentes. A cuatro segundos llegaron vivos el líder Cancellara y los principales favoritos, Wiggins, Evans, Nibali, Menchov y Samuel Sánchez.
Valverde y Franck Schleck quedaron cortados y les tocó perseguir. Cedieron 2.08 minutos y fueron los grandes derrotados junto al holandés Gesink, que perdió 3.08. Un palo fuerte para los tres en una jornada de teórica transición, un golpe que prácticamente les elimina de la lucha por el podio en vísperas de la llegada de la montaña, terreno más propicio para los tres en su lucha contra los contrarrelojistas, favorecidos en la presente edición de la carrera francesa.
El momento caótico llegó a 25 kilómetros de meta, una monumental montonera que afectó a 40 corredores, 'algo espectacular que me ha puesto los pelos de punta', resumía en meta Luis León Sánchez. Cortes en el pelotón, que quedó dividido en mil pedazos. Por delante se marcharon Wiggins, Evans, Menchov, Nibali y Evans. En el amasijo de bicicletas y entre gritos de dolor quedaron atrapados Valverde, Schleck, Hesjedal y Gesink.
Carrera destrozada, el desenlace fue glorioso para Sagan, que reforzó los cimientos para llevarse en París el maillot verde, un alivio para Wiggins, Evans y compañía, por salir ilesos, y un tormento para Valverde, cuyos objetivos cambian. El sueño del podio podría dar paso al de la caza de etapa.
