Pese a la polémica despertada, dentro del pelotón hay unanimidad en lo acertado de la decisión

'Que Schleck aprenda a usar el cambio' [Vídeo]

La decimoquinta etapa del Tour de Francia 2010 tendrá, a buen seguro, un lugar en la historia del ciclismo. Habrá recuerdos y sentimientos enfrentados al respecto pero de lo que no cabe duda es que dentro de veinte años se hablará de lo acontecido en el pasado lunes en la ronda gala.
Guste o no, lo cierto es que no lo hará por ser el día en que Alberto Contador se vistió de amarillo por primera vez en la edición de 2010. Tampoco por tener todo a favor para vestir el maillot amarillo en los Campos Elíseos y obtener su tercer triunfo en la carrera más prestigiosa de este deporte. Será recordada como el día que Contador no esperó a Schleck.

Antes del termino de la etapa se olía lo que daría de sí la polémica etapa. En plena ascensión al Col de Bagnès, el líder de la carrera, Andy Schleck, atacó aprovechando el momento de incertidumbre en el grupo de favoritos donde Contador,su máximo rival en la carrera, quedó encerrado. Sólo un siempre combativo Vinoukurov pudo seguirle. Fue entonces cuando pasó lo que siempre piensas que no va a pasar. La emoción del momento y ver que abría hueco con Contador le hicieron bajar varios piñones a la vez produciendo que saltara la cadena de su bicicleta. Tuvo que poner pie en tierra e intentar arreglar el contratiempo escondiendo su mirada de desesperación y nerviosismo bajo sus gafas de sol.

En ese momento, Contador no dudó un instante. Vio la opción de ponerse líder, incluso algún día antes de lo previsto, y tiró de forma decidida con tímidas miradas atrás para ver si abría distancia con el pequeño de los hermanos Schleck. Le acompañaban Samuel Sánchez y Denis Menchov que, por momentos, se vieron escudando al pinteño en el podio de París. Finalmente se cumplieron sus deseos y tras un descenso brillante liderado por el campeón olímpico Samuel Sánchez. terminó cediendo 39 segundos y el amarillo que tan feliz le hacía en la línea de meta de Bagnères de Luchon . Algo que ni en sus peores sueños hubiera podido imaginar.

'C'est le Tour'. Esa fue la frase más repetida en los corrillos ciclistas. En un primer momento Contador accedió a dar explicaciones de lo ocurrido. En ellas expuso su desconocimiento de la avería de Schleck. ¿Por qué lo dijo? ¿Por qué esa necesidad de intentar dar explicaciones a algo que no lo merecía? Pero ahí no quedó la cosa. Desconocemos el porqué pero lo cierto es que Contador el sentimiento de culpa atenazaba al español y no le dejaba tranquilo. Quizás los silbidos en el podio o las presiones de su gente más cercanas. El hecho es que el siempre bondadoso y deportivo pinteño, en la soledad de la habitación, filmó un vídeo en el que pedía disculpas a su amigo Andy Schleck.

La polémica estaba servida y las reacciones se sucedían. Para sorpresa de algunos, de todas ellas se llegaba a una misma conclusión: 'C'est le Tour'. Un pentacampeón del Tour como Bernard Hinault fue de los primeros en opinar. El ex ciclista dejaba claro su pensamiento sobre lo acontecido en la etapa instándo al averiado Schleck a conocer los fundamentos básicos del ciclismo y saber, entre otras, cosas manejar las manetas de cambios. Cree que el español hizo lo adecuado en ese momento y no deja espacio para la polémica. 'Claro que bien Contador. No hay ninguna polémica. Es un problema mecánico y tal vez el Saxobank tenga que pararse a revisar el material, o igual deben decirle a Schleck que tiene que hacer porque no supo manejar el cambio'. El mítico corredor francés concluyó haciendo referencia a las caídas y averías acontecidas en otras etapas: 'En el pavés también hubo averías y nadie espero a nadie'.

Otros ex campeones de la ronda gala y profesionales del pedal tampoco dan pie a la polémica. Laurent Jalabert defiende sin titubear a Contador: '¿Quién esperó a Contador en el pavés cuando se quedó cortado por culpa de una caída? La carrera es así. Que se salga la cadena forma parte del juego. Alberto ha hecho bien'. La defensa del bicampeón del Tour le llega desde el lado rival. Y es que Bjarnene Riss, director general del Saxobank, quien reconoce con cierta tristeza y resignación que son lances de carrera. 'Es un día triste para nosotros, porque hemos perdido el amarillo, pero son las circunstancias de la carrera. Son cosas que pasan. Hablar de juego limpio en estos casos es muy relativo'.

De los campeones, sólo Armstrong expresó cierta contrariedad aunque con algunos matices. 'No he visto lo que ha pasado, iba detrás, pero tal vez lo correcto hubiera sido parar. Es mejor esperar, pero este caso tal vez sea diferente porque era la última subida y la carrera iba lanzada'. No piensa lo mismo el antiguo patrón de Contador, Johan Bruyneel, quien aboga por el 'C'est le Tour' generalizado. 'Alberto no podía esperar porque era el final de la subida y además también estaban allí Menchov y Samuel Sánchez, que luchan por mejorar sus puestos. Esto es así, el material a veces se rompe y pasan esas cosas'.

Por su parte el protagonista de la incomprensiva polémica, Andy Schleck, no tenía consuelo al ver como se difuminaban buena parte de sus opciones de conseguir la victoria final. Su director deportivo, Bradley McGee, respalda la opinión del equipo y da aliento a su corredor: 'Ya sé que Andy está muy enfadado y un poco nervioso. Lo que tiene que hacer es utilizar esa energía en los días que quedan de carrera'. Pese a ello el luxemburgués no da su brazo a torcer y promete seguir dando guerra: 'No voy a llorar porque haya perdido el maillot', prosiguió. 'El Tour todavía no ha acabado'.

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