El 'show' de Diego

Diego Maradona, DT de Argentina.
Diego Armando Maradona no ha perdido ninguna de sus dotes de 'showman', ni la capacidad de atraer la atención ni el magnetismo de saber mantenerla y lo volvió a demostrar hoy en su primera rueda de prensa en Sudáfrica un día antes del debut de Argentina en el Mundial ante Nigeria.
El seleccionador llegó a la modesta sala de prensa del estadio Loftus Versfeld rodeado de un grupo de ayudantes digno de una estrella de rock, se aposentó en el sillón central y comenzó su 'show'.

De salida, el 'Pelusa' toma las riendas del 'show', como cuando en la televisión argentina dirigía 'La noche del diez'. O como cuando aparece en un programa, la última vez anoche, cuando fue entrevistado desde el lugar de concentración en Pretoria por la presentadora Susana Giménez.

Entra en la rueda de prensa con buen talante, nada que ver con los ambientes hostiles de otros momentos, como tras lograr en el último momento la clasificación para el Mundial.

Sus primeras palabras mezclan el dulce y el amargo. El dulce para los sudafricanos y, por extensión para todo el continente negro. El amargo para quienes dudaron de que el país pudiera organizar un Mundial, 'como un señor morocho que jugaba con el diez', en una referencia apenas larvada a Pelé.

'Deseo de todo corazón a toda África que hagan una copa del mundo excelente y demuestren al mundo que acá se puede vivir de maravilla y que se puede vivir igual que en cualquier otro lugar del mundo', aseguró.

Maradona recordó que dio su apoyo explicito al país cuando muchos pensaban que los estadios no estarían acabados a tiempo. 'Vi a muchos trabajadores de sol a sol para llegar a tiempo y eso me tocó', afirmó el 'Pelusa'.

Después, se asomó a 'su' Mundial, el que está viviendo en primera persona como culminación de un sueño, tras un montó de peripecias que a punto estuvieron de costarle la vida. Y Maradona se sinceró.

'Me vienen a la cabeza muchos recuerdos feos. Pero eso es pasado. Como dice mi hija, papá disfruta. Luchaste tanto, te hiciste mal a vos mismo, unos te quisieron matar, otros adorar,... Ahora lo estoy disfrutando como un niño', aseguró.

Precisamente un niño mantiene vivo el 'show'. Un periodista le lanza una camiseta que un niño sudafricano le dio en la calle para que se la entregara al 'Pelusa'.

Emocionado, Maradona agradece el gesto y, espontáneo, se arranca su sudadera de la selección argentina y se la lanza al reportero: 'Llevasela al niño'.

Más tarde, aprovechó una pregunta de un periodista de la televisión de la FIFA para arrancar otra carcajada a los presentes: 'Muy malas las fotos que me hicieron en la FIFA. Estuve ahí cuatro horas y el resultado es muy malo. Si hay que pegar a alguien,...'.

El siguiente en preguntar es el ex portero sudafricano, reconvertido en reportero Bruce Grobbelaar, ex meta del Liverpool. Diego le reconoce y le saluda: 'Tu eres el portero,...', asegura mientras hace el gesto de detener un balón.

A un periodista español le agradece que le enviara la revista de su diario y le dice que no la leyó. Otra carcajada. 'Pero vi el 6-0 de España a Polonia. No quiere decir nada, no es un gran rival. Pero a España hay que tenerla en cuenta'.

Anuncian el final de la conferencia de prensa, pero Maradona se mantiene en su lugar. Acepta una pregunta hecha 'en nombre de todos los periodistas africanos'. Versa sobre Argelia y Maradona dice con sinceridad que 'muchas posibilidades de ganar no van a tener' pero que 'estar en un Mundial es algo muy importante', por lo que les invita a 'estar contentos'.

Lo agarran para llevárselo del estrado pero Maradona quiere más. Acepta otra pregunta, se aferra al 'show', no quiere que termine.

Se levanta y se acerca a los periodistas. Todavía le queda cuerda. Se dirige a un grupo, luego a otro. Nadie puede sacarle de los focos. Maradona está en su salsa. Está feliz y no puede ocultarlo.

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