TOKYO 2O20

Tokyo 2020 | Ana Peleteiro busca la medalla en la final de triple

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photo_camera Ana Peleteiro, en Tokyo 2020. // EFE
La atleta de Ribeira aspira al podio (13:15 horas, La 1) con Yulimar Rojas como clara favorita a llevarse el primer puesto

Casi una década después. Probablemente tarde. Ana Peleteiro debutó el viernes en los Juegos Olímpicos de Tokio y hoy (13:15 horas) busca la medalla en una final de triple salto con aire de competición histórica. Una de las mejores de la disciplina en la categoría femenina. En Barcelona, un 12 de julio de 2012 con 16 años, firmó un salto de 14,17 metros, que le otorgó la victoria en el Mundial júnior y, por aquel entonces, era mínima para acudir a la cita olímpica de Londres. 

No acudió a la cita debido a que parecía precipitado y, porque en la perspectiva de todos, estaba la sensación de que la niña prodigio de Ribeira tendría muchas citas importantes por delante en su carrera deportiva. Lo que sucedió después poco tenía que ver con lo previsto, salvo el final: la aspiración de Peleteiro a colgarse una medalla olímpica instaurada en la élite mundial. Por el camino, lesiones, cambios de entrenador y de residencia. Algún paso adelante, muchos atrás y, debido a ello, no acudir a los Juegos. La rabia de verlos desde casa cambió la perspectiva de la atleta, que encontró en Guadalajara bajo la tutela de Iván Pedroso el lugar en el que asentarse. 

La preparación resultó intensa y la de Ribeira aspira al podio en una final dura, con su compañera de entrenamientos, la venezolana Yulimar Rojas, en busca del récord del mundo (15.50 metros). El podio, en función del calor y el día de las rivales, estará cerca de los 15. Peleteiro lo busca. Pero también, y con los mismos o más argumentos, Caterine Ibarguen, Patricia Mamona, Keturah Orji, Liadagnus Povea y Shanizka Ricketts.



Para entrar en el podio debe hacer récord de España, por Alberto Salgado

Ana Peleteiro llegó a los Juegos en una gran forma y es algo que ya se le ve. En pista cubierta tiene un registro superior pero en la eliminatoria ya hizo su mejor resultado al aire libre. Está cerca del récord de España y puede mejorlo. Otra cuestión es si esa marca le dará para conseguir una medalla. El oro es prácticamente seguro que vaya para Yulimar Rojas y con muchas opciones de que haga el récord del mundo. Luego, a las otras dos medallas, hay un grupo de cinco o seis saltadoras que optan a ellas. Como mejor marca están Shanieka Ricketts, de Jamaica, y la cubana Liadagmis Povea, que llegan con cerca de quince metros. No son las únicas, hay más en ese grupo de cinco o seis. Eso sí, para poder estar en las medallas, Peleteiro tiene que competir muy bien y que las otras fallen un poco. Terminar en la quinta o sexta posición con récord de España ya sería un gran resultado, extraordinario. 

    La marca de 14.62 de la clasificación no le servirá para el podio. Lo mínimo para optar a él sería saltar diez centímetros más y que falle alguna. Por ahí o un poco más por encima podría estar el nivel. Para obtener una medalla con esos 14.60 sería por algo extraordinario, que aparezca lluvia o algo así. Vistas las atletas, los registros estarán más altos e, incluso, pasar a la mejora ya será muy exigente. Para estar entre las ocho primeras creo que ya tendrá que hacer esa marca de la calificación en uno de los tres primeros saltos. Por eso, ya deberá entrar bien en la competición para asegurar el pase a la mejora. 

    Sí es cierto que se vio muy en forma. Y, de hecho, vuelve a estar muy rápida. Hubo alguna temporada en la que perdió algo de velocidad y la recuperó. Y eso es clave porque es su gran fortaleza, ser rápida y tener muelles en los pies. En la comparación con Yulimar Rojas, la venezolana tiene una altura que marca la diferencia porque dispone de unas palancas que son clave. En una prueba que son tres saltos como el triple, tener esa opción de zancada es determinante.  Peleteiro se distingue por la rapidez. 

    A Ana Peleteiro la sigo desde niña, creo que desde los 12 años que comenzó en el triple. Ya se veía que era de otro nivel. Sin entrenar, ya observas que tenía esos muelles en los pies y una facilidad alta para desplazarse. Cada vez que competía, el resto ya sabía que sólo podía ser segunda. Poco a poco, fue batiendo todos los récords de Galicia y, después, los de España. Ya se veía que tenía cualidades para llegar muy alto. Es cierto que hubo momentos de dudas cuando se marchó de Galicia y pasó varios años danto tumbos por ahí. Fueron años de juventud en los que estuvo desorientada pero después, cuando comenzó con Pedroso, las cosas se estabilizaron y volvió a ser la saltadora que prometia y que es ahora. 

    Para un deportista es clave encontrar el entorno óptimo para rendir bien. Debe hacer el trabajo adecuado y también disponer de medios. Y, después, hay una etapa difícil que es la adolescencia. El deporte tiene mucha exigencia y no siempre es sencillo mantenerse centrado porque el alto nivel implica renunciar a muchas cosas. Y, aparte de esto, un deportista de primera línea como Peleteiro u otro, tiene su carácter, que normalmente es fuerte. Es preciso encontrar esa simbiosis con el entrenador y el equipo de trabajo, que no es sólo el preparador, también el físio, el psicólogo...  Pero esa relación entrenador-atleta tiene que ser buena y que se entiendan, aunque tengan una personalidad diferente. Para ser un deportista de alto nivel tienes que disponer de condiciones físicas y también un carácter que sirva para ello. Al final, es necesario poseer la seguridad de querer hacer algo, saber que lo puedes hacer y no dudar. En los entrenamientos también sale ese carácter fuerte y puede ser complicado llevarlo. Hay atletas mas introvertidos y otros más extrovertidos. Lo fundamiental es dar con la persona adecuada. 

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