Si algo marca a un deporte como la vela es que es imprevisible. Y cuando un talento como el de Támara Echegoyen está en el campo de regatas, mucho más. Es verdad que la pasada madrugada no han navegado muy bien, pero una Medal Race puede pasar de todo. No es imposible, ni mucho menos. De hecho, se puede conseguir perfectamente.
Solo hay que reponerse. No creo que ni la pontevedresa ni su compañera Paula Barceló estén muy contentas después de haber llegado a ir segundas. Pero hay otro prisma desde el que mirar: empezaron la participación olímpica con un fuera de línea que apenas les ha dejado margen de maniobra en el resto de competición. Teniendo eso en cuenta, han hecho un papel excepcional. Todo depende de los ojos con que lo mires.
La realidad es que ellas están muy acostumbradas a vivir con esa presión. De hecho, su reacción posterior está ahí. Lo hicieron súper bien. Pero es una obviedad que te resta. Sobre todo en cuanto a arriesgar en según qué situaciones en las que las rivales sí pueden meter más carne al asador. Sin ese fuera de línea, la cosa habría sido muy distinta. Pero las manecillas del reloj no van hacia atrás y la realidad es la que es: cuartas con opciones de medalla. Ni tan mal.
Lo que está claro es que en la Medal Race puede pasar cualquier cosa y más en un deporte tan abierto como el nuestro, en el que la meteorología juega un papel tan importante. Támara y Paula están más cómodas con vientos fuertes. Pero llegados a este punto, está claro que las cuatro mejores parejas funcionan bajo cualquier condición. A ella la he visto tan tranquila como siempre, dentro de que los nervios irán por dentro. Pero sobre todo, la veo muy fuerte. De otro modo sería imposible estar siempre entre los cinco primeros salvo tres pinchazos. Al mar van a salir a tope y muy contentas de poder pelear por una medalla, que eso no lo puede decir cualquiera.
Mismo caso que el de Iago López-Marra, al que también conozco bien. Es de mi misma edad y hemos coincidido en las regatas desde que navegábamos Optimist. Están haciendo un campeonato increíble, con solo dos o tres regatas fuera de la zona alta. Es una regularidad indiscutible. Los neozelandeses son muy buenos, pero ellos están empatados con la plata y a cuatro puntos del oro. Tendrán que marcar a los que vienen por detrás e ir a muerte con los dos que tiene por delante.
Lo que está claro es que las posibilidades de colgarse un metal en el cuello son muy reales en el 49er. Tanto para Támara y Paula como para Iago y su compañero Diego Botín. Y probablemente ese sea el gran éxito para la vela gallega. Estar en cada cita olímpica optando a medallas es un logro de extrema dificultad, que a veces se valora como algo normal o directamente se nos olvida. Y por no olvidar, ahí está Nico Rodríguez, junto a Jordi Xammar con todas opciones en el 470. Desde aquí empujaremos todos para que puedan traerse una medalla para Galicia.
Echegoyen va cuarta a la Medal
Támara Echegoyen y Paula Barceló afrontarán la Medal Race de la clase 49er FX de la madrugada del domingo al lunes desde la cuarta posición (77), a cuatro puntos del bronce de las alemanas Tina Lutz y Susann Beucke (73) y a siete de la plata y el oro, puestos que ocupan las brasileñas Martine Grael y Kahena Kunze y las neerlandesas Annemiek Bekkering y Annette Duetz (70), respectivamente.
La timonel pontevedresa, campeona olímpica en Londres 2012, y la tripulante mallorquina sumaron en las tres últimas regatas antes de la Medal, disputada en la madrugada del viernes al sábado un décimo noveno, un décimo tercero y un cuarto puesto, con el que arreglaron un poco la jornada. Pese a todo, el balance es negativo y hace caer al dúo desde la segunda a la cuarta posición. No obstante, todo sigue abierto.
Por su parte, el sonense Iago López-Marra y su compañero, el santanderino Diego Botín, afrontarán la Medal Race desde la tercera posición, empatados a puntos con la segunda, que ocupan los británicos Dylan Fletcher y Stuart Bithell (56), y a cuatro unidades del oro, que se llevarían los neozelandeses Peter Burling y Blair Tuke (52). La tripulación cántabro-gallega se garantizó su pase después de cerrar las regatas con un 4-12-6.
