Alberto Contador defenderá el maillot amarillo en el mítico puerto de los Pirineos que decidirá el ganador del Tour

Tourmalet, un juez gigante

Contador se levantó así de feliz ayer en España.
El Tourmalet, símbolo de la montaña centenaria del Tour de Francia, será el juez que señalará al elegido para llegar el próximo domingo vestido de amarillo a París, con dos claros candidatos, el español Alberto Contador (Astana), actual líder, y su enemigo número uno, el luxemburgués Andy Schleck (Saxo Bank), citados en sus rampas para un 'todo o nada'.
El legendario puerto pirenaico festejará a los grande su 100 cumpleaños, y tendrá de regalo el honor de elegir al virtual campeón del Tour. La cima del Tourmalet, a 2115 metros de altitud, será el punto final de la decimoséptima etapa, que se disputará con salida de Pau para completar 174 kilómetros, con otros dos colosos intercalados, el Marie Blanque y el Soulor, que darán lustre a la etapa reina de la presente edición.

Se trata de una final anunciada entre Contador, doble ganador del Tour, y Andy Schleck, segundo en la pasada edición. Sin más margen para los planteamientos conservadores, ambos líderes quemarán las naves en un partido arbitrado por el Tourmalet.

A falta de la contrarreloj del sábado, larga, de 52 kilómetros, Schleck tendrá que jugarse todas sus bazas en las pendientes del Tourmalet. Inferior a Contador contra el crono tendrá que luchar para desbancar al líder, quien en caso de no salir airoso de la última cita de los Pirineos aún tendría la carta del sábado.

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