El Barcelona Borges puso ayer rumbo a su quinta final consecutiva de la Copa del Rey de balonmano después de derrotar, no sin sufrimiento, al Reale Ademar León (30-28), mientras que el Cuatro Rayas BM Valladolid, un equipo que se desenvuelve a las mil maravillas en estos torneos cortos, tratará de evitarlo.
El conjunto azulgrana es el gran dominador de esta competición. En los últimos ocho años únicamente ha faltado una vez en la gran final, precisamente la temporada que el Valladolid levantó la segunda Copa del Rey de su historia (2004-05). De esas siete finales, el Barça ganó cuatro. Ambos equipos cumplieron los pronósticos. El Barcelona sufrió, pero demostró por qué es el líder de la Asobal y, junto al Ciudad Real, el gran favorito para alzarse con el trofeo de campeón.
CASI SIN HISTORIA
Menos historia tuvo el segundo partido. Diez minutos tardó el Valladolid en sentenciar su eliminatoria, dejando claro que entre la Asobal y la División de Plata, categoría que lidera en solitario el Octavio, hay un mundo. Los de Juan Carlos Pastor llegaban a la Copa de Vigo con bajas -Joli, Romero y Eduard Fernández- pero ante un rival inferior, y que también tenía bajas importantes, eso no lo acusó. El parcial 1-7 de salida mató a un Octavio excesivamente acelerado. El Valladolid siempre jugó con rentas superiores a los cinco goles.
CASI SIN HISTORIA
Menos historia tuvo el segundo partido. Diez minutos tardó el Valladolid en sentenciar su eliminatoria, dejando claro que entre la Asobal y la División de Plata, categoría que lidera en solitario el Octavio, hay un mundo. Los de Juan Carlos Pastor llegaban a la Copa de Vigo con bajas -Joli, Romero y Eduard Fernández- pero ante un rival inferior, y que también tenía bajas importantes, eso no lo acusó. El parcial 1-7 de salida mató a un Octavio excesivamente acelerado. El Valladolid siempre jugó con rentas superiores a los cinco goles.
