El brasileño, arrepentido ayer ante la juez, asume 9.000 euros de multa y un año sin carné
Sobre las nueve y cuarto de la mañana, el jugador del Celta Welliton Soares llegaba a los juzgados de Vigo, acompañado de su abogado y del delegado del club celeste, Vlado Gudelj, para someterse a un juicio rápido por un presunto delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, tras ser detenido por la Policía Local en la madrugada del domingo.
Tras reconocer los hechos y mostrarse totalmente arrepentido ante la titular del Juzgado de Instrucción 5, en funciones de Guardia, el futbolista brasileño aceptó la pena acordada entre fiscal y defensa de un año de prohibición para conducir y hacer frente al pago de una multa de seis meses a razón de 50 euros, un total de 9.000 euros. El reconocimiento de los hechos le posibilitó la rebaja de un tercio de la condena inicial a la que se enfrentaba.
Según relató Welliton ante la jueza, en el momento en el que fue detenido regresaba a casa tras pasar una jornada de fiesta con otras cinco personas. Ese día, el domingo, habían quedado tres parejas para celebrar la permanencia definitiva del Celta en Primera, afirmó el jugador, quien lamentó lo ocurrido y aseguró que "nunca pensé que la cosa estuviera tan calentita", refiriéndose a que no creía que pudiera dar un nivel tan alto en el test de alcoholemia cuando fue interceptado por la Policía Local conduciendo su vehículo. También afirmó que asumiría la condena porque "no quiero dar un mal ejemplo ni al equipo, ni a la afición".
Dos horas después, el jugador abandonaba las dependencias juidiciales, por la puerta trasera, para evitar la nube de cámaras que se habían concentrado en la calle Lalín. Fuentes judiciales explicaron que el proceso se prolongó a la hora de fijar la cuantía de la multa, que es proporcional a los ingresos del condenado.
Todo esto sucedía mientras sus compañeros realizaban la primera sesión de entrenamiento de la semana en A Madroa. El Celta tampoco ha querido realizar ninguna declaración pública sobre el caso del brasileño, más allá de comunicar que le impondría la sanción más alta prevista en su régimen interno. Preguntado al respecto el vicepresidente Ricardo Barros, aseguró que "no estoy enterado. Sé que ha habido un percance".
Welliton se mostró ayer arrepentido y su entorno señaló que este suceso culmina una mala época del futbolista, que no entra en los planes del técnico desde hace semanas, sólo ha jugado cuatro minutos con la camiseta del Celta y su desidia fue tapada en los últimos tiempos por una supuesta lesión que le impedía jugar.
