El ejecutivo de Cristina Fernández mantiene silencio en medio de la presión del Gobierno español

Argentina retrasa su decisión en el contencioso con Repsol

Una de las pintadas que aparecieron ayer en edificios de las calles de Buenos Aires. (Foto: ENRIQUE GARCIA)
El Gobierno argentino demoró el anuncio de su decisión sobre el futuro de la petrolera YPF, controlada por la española Repsol, en medio de una intensa ofensiva del Ejecutivo español, arropado por la Unión Europea. Ningún alto funcionario argentino se refirió ayer al conflicto con YPF ni respondió a las contundentes advertencias de Madrid y Bruselas.
'Las medidas no se anuncian, se adoptan. Espero que este Gobierno no tenga que adoptarlas, pero, indudablemente, si tiene que hacerlo lo hará', advirtió ayer la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, después de que el Gobierno convocara al embajador argentino, Carlos Bettini, por la acometida de Cristina Fernández contra YPF. La estrategia del Gobierno español se tradujo en Buenos Aires en una intensa actividad diplomática del nuevo embajador, Román Oyarzún, que acompañó durante la última semana al presidente de Repsol, Antonio Brufau, y se reunió con empresarios españoles y con embajadores europeos.

Medios afines al Gobierno de Fernández adelantaron ayer que la presidenta podría hacer un anuncio sobre el futuro de la petrolera la próxima semana, a su regreso de Cartagena de Indias donde participará en la Cumbre de las Américas. Pero, para tomar la decisión final, Fernández tendrá que vencer las resistencias internas planteadas por algunos de los gobernadores de las provincias petroleras que, según empresarios del sector, aspiran a una mayor participación en los beneficios del petróleo y a influir en la gestión de la compañía en caso de nacionalización.

La única declaración sobre el asunto colgada ayer en la página del Gobierno argentino en internet es un comentario del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, que no menciona a la petrolera pero insiste en que el objetivo es 'lograr el autoabastecimiento de petróleo'.


LOS GOBERNADORES

Según el ministro, en la reunión que mantuvo Fernández con los gobernadores de las provincias petroleras 'analizamos cada una de las concesiones', y cuando las empresas no cumplen con sus contratos 'se revierten las áreas, como ocurrió hasta ahora'. En las últimas semanas, YPF perdió una quincena de licencias de explotación en seis de las diez provincias petroleras de Argentina.

Los analistas no dudan de que el gobierno argentino aspira a tomar el control de la petrolera, pero admiten que hay varias vías para lograrlo, desde la negociación con los accionistas -Repsol (57,43 por ciento) y la familia argentina Ezkenazi (25,46)-, hasta la tramitación parlamentaria de una ley que declare a la empresa de interés publico.

Mientras Cristina Fernández toma una decisión sobre YPF tras cuatro meses de acoso que hicieron perder a la compañía alrededor del 30 por ciento de su valoración bursátil, los empresarios extranjeros con intereses en Argentina siguen con atención el proceso y se tientan los bolsillos.

La reacción de Madrid fue una muestra de 'fuerza' y un 'toque de atención' que puede llevar a la reflexión al Gobierno de Fernández, 'radicalizado' por la influencia creciente de figuras como el joven Axel Kicillof, viceministro de Economía, opinó un empresario europeo. Kicillof, miembro de La Cámpora, el grupo creado por el fallecido expresidente Néstor Kirchner y aupado por su hijo mayor, Máximo, es uno de los defensores de la nacionalización de YPF, ha participado en la elaboración de varios de los borradores sobre la compañía y ha tenido un especial protagonismo en las reuniones de Brufau con los ministros argentinos.

'El caso de YPF pone en evidencia los problemas que sufren las empresas todos los días en Argentina, como la discrecionalidad, la falta de reglas y la agresión hacia el capital privado', afirmó otro empresario europeo que prefirió guardar el anonimato.

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