El naval de la Ría sigue liderando en España, pero está perdiendo peso en favor del sector del País Vasco

Los astilleros vigueses lograron sólo 10 contratos en los dos últimos años

Los ocho grandes astilleros de la Ría de Vigo (sin contar ahora a MCíes que se está liquidando) sólo consiguieron 10 contratos en los dos últimos años, lo que evidencia la grave crisis que pasa el sector por la falta de pedidos y las dificultades que tienen para obtener financiación para hacer los barcos.
El año pasado lograron seis -tres Cardama, dos Metalships y uno Freire-, de los 25 nuevos contratos que firmaron los astilleros de toda España. En 2009 fueron cuatro -dos de Cardama, uno de Freire y otro de Metalships- de 13 en total, lo que representó la cifra más baja de, al menos, la última década, según datos de la Gerencia del Sector Naval (Gernaval), dependiente del Ministerio de Industria.
Las cifras son alarmantes si se tienen en cuenta los contratos que los astilleros vigueses venían firmando desde el 2000, con una media de 20 al año. En pleno boom del sector, destaca 2007, ejercicio en el que consiguieron 29 pedidos.
Otro dato a resaltar es el peso que Vigo tiene hoy en el naval español, que perdió puntos. Es del 41 por ciento -teniendo en cuenta la cartera de pedidos actual y los CGT (es como se mide la fuerza de trabajo)-, mientras que a principios de la década era del 45 por ciento. El dato es todavía peor si se tienen en cuenta los contratos logrados en 2010. Ahí Galicia tendría 43.860 CGT y supondría el 30 por ciento del naval estatal (en el 2000 era el 58 por ciento) y País Vasco lideraría con 57.451 CGT y un 56 por ciento. Es decir, el naval vigués sigue liderando en España, aunque con menor peso que en años anteriores, mientras que País Vasco le gana en nuevos contratos (obtuvo 10 en 2010).

Crisis propia del naval
El naval vive su propia crisis pues no sigue los mismos ritmos que otros sectores debido a su peculiar ritmo de trabajo. Cuando en 2008 la mayoría de las empresas ya estaban echando mano de EREs, despidos, cierres o concursos de acreedores los astilleros tenían actividad porque estaban finalizando los contratos que habían firmado años atrás, en la época del boom del naval (desde que se firma el contrato hasta que se entrega el barco pasan unos dos años). Por eso 2011 está siendo duro ya que los pedidos se están agotando y no hay pedios nuevos y los astilleros están volcados en la negociación con armadores de todo el mundo para asegurar carga de trabajo para los próximos años.

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