El astillero ya no pone fecha a su salida de concurso de acreedores porque depende en gran medida de la resolución de la UE sobre el tax lease, un proceso “muy complejo”

Barreras trabajará con hipótesis mientras siga sin tener pedidos

Preocupación en el sector
Hijos de J.Barreras está metido en un círculo vicioso del que ni el propio astillero sabe cuándo y cómo va a salir. Su situación concursal ha entrado en fase ordinaria tras la falta de acuerdo con los acreedores, con lo cual se prolongará varios meses -los sindicatos prevén que hasta abril- y el plan de viabilidad que la Xunta le exige para optar a ayudas públicas depende en gran medida de que se restaure el 'tax lease', sistema de bonificaciones fiscales sin el cual no puede contratar barcos de gran tonelaje.
Y dicha resolución está en manos de la Unión Europea, que por el momento siga muda sobre este asunto. “Nadie sabe ni cuándo ni con qué va a contestar, así que mientras trabajaremos con hipótesis”, explicó ayer en declaraciones a los medios el presidente del astillero José González Viñas, tras una reunión que mantuvo con otros accionistas y el conselleiro de Industria, Javier Guerra.

Viñas dice que es “muy prematuro” saber cuándo va a resolver su delicada situación financiera -tiene una deuda de 62 millones de euros-, pero que su intención es “llegar a un acuerdo con los acreedores”, con los que precisamente la semana pasada no llegó a ningún acuerdo para lograr un convenio anticipado y evitar que la suspensión de pagos se prolongue. Así pues el astillero manejará distintas hipótesis de trabajo “como si fueran herramientas fijas” para avanzar en los contratos que espera conseguir (al menos uno de un ferry con la naviera canaria Armas, que está en fase avanzada) y una vez la UE responda sobre el 'tax lease' “las adaptaremos” a lo que diga Bruselas.

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