La bolsa española ha perdido hoy el nivel de 8.000 puntos con una bajada del 0,82 por ciento tras ser incapaz de aprovechar el avance de Wall Street, presionada por el sector energético y los grandes valores y las negativas previsiones del FMI, según expertos consultados.
Mientras la prima de riesgo española bajó de 349 a 345 puntos básicos, el principal índice bursátil español, el IBEX 35, ha perdido 65,40 puntos, el 0,82 por ciento, hasta 7.948,70 puntos. El descenso acumulado en este ejercicio crece al 2,68 por ciento.
En Europa, con el euro en 1,318 dólares, París bajó el 0,67 por ciento; Londres, el 0,62 por ciento; Milán, el 0,61 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 0,59 por ciento, y Fráncfort, el 0,39 por ciento.
El atentado de Boston (Massachussets, Estados Unidos), la rebaja de la perspectiva de la deuda de China por Moody's y la notable caída de Wall Street en la víspera (el 1,8 por ciento el Dow Jones y el 2,3 por ciento el S&P 500) condicionaban las pérdidas de la apertura en el mercado nacional, contenidas en un primer momento.
Sin embargo, rápidamente y mientras surgían ventas en el mercado de deuda (el rendimiento del bono a diez años subía al 4,76 por ciento), la bolsa perdía el nivel de 8.000 puntos y cedía más del 1 por ciento.
El mercado nacional bajaba hasta 7.950 puntos mientras se conocía la caída de una décima del IPC interanual de la zona euro en marzo, hasta el 1,7 por ciento, y el empeoramiento de la confianza inversora alemana (índice ZEW).
Con la subasta española de letras, en la que se colocaron cerca de 5.100 millones a tipos de 2010 y con elevada demanda, sirvió para reducir las pérdidas de la bolsa nacional, que se acercaba a 8.000 puntos a mediodía.
De los resultados empresariales conocidos en los Estados Unidos, eran mal recibidos los de Goldman Sachs, todo lo contrario que las cuentas de Johnson and Johnson y Coca Cola.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, insistía en la necesidad de seguir aplicando reformas para que se produzca la recuperación, que llegará en la segunda mitad del año.
Con los datos económicos estadounidenses -el IPC bajó del 2 al 1,5 por ciento en marzo; las viviendas iniciadas crecieron el 7 por ciento, a pesar de la caída de los permisos de construcción, y la producción industrial aumentó el 0,4 por ciento-, la bolsa pudo mantenerse sobre la cota de 8.000 puntos durante dos horas.
La bolsa escapaba de las pérdidas a pesar de la previsiones del FMI (la zona euro y España caerán una décima más este año, el 0,3 y el 1,6 por ciento, respectivamente, mientras que el PIB mundial caerá del 3,5 al 3,3 por ciento y el estadounidense, una décima, hasta el 1,9 por ciento).
La subida de Wall Street de la mano de la recuperación del precio de los metales, los resultados empresariales y las estadísticas económicas conocidas en los Estados Unidos, permitía que tuviera ganancias hasta una hora y media antes del cierre.
La caída de las plazas europeas, de las cotizaciones energéticas y de los valores del sector, así como de las grandes compañías, presionaban a la bolsa española al final de la sesión, cuando el mercado neoyorquino subía el 0,8 por ciento.
Todos los grandes valores del selectivo bajaron: Inditex, cuya cotización pierde los 100 euros por acción, el 2,22 por ciento; Iberdrola, el 1,34 por ciento; Telefónica, el 1,07 por ciento; Repsol, con el petróleo Brent a 99 dólares el barril, el 0,87 por ciento; Banco Santander, el 0,25 por ciento, y BBVA, el 0,09 por ciento.
FCC lideró las pérdidas del IBEX con un descenso del 2,56 por ciento, mientras que Abengoa B bajó el 2,55 por ciento, seguidos por Inditex y por Mediaset, con una rebaja del 2,1 por ciento.
Sólo cuatro valores del IBEX subieron: Caixabank, el 2,29 por ciento; Banco Sabadell, el 0,83 por ciento; Bankinter, el 0,28 por ciento, y Viscofán, el 0,17 por ciento.
En el mercado continuo destacó la bajada del 9,25 por ciento de Codere y el alza del 3,85 por ciento de Deoleo, después de que se conociera que no hay objeciones administrativas a la fusión de la compañía con Hojiblanca.
El efectivo negociado hoy en el mercado se elevó a 2.555 millones, de los que cerca de 1.150 procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.
En Europa, con el euro en 1,318 dólares, París bajó el 0,67 por ciento; Londres, el 0,62 por ciento; Milán, el 0,61 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 0,59 por ciento, y Fráncfort, el 0,39 por ciento.
El atentado de Boston (Massachussets, Estados Unidos), la rebaja de la perspectiva de la deuda de China por Moody's y la notable caída de Wall Street en la víspera (el 1,8 por ciento el Dow Jones y el 2,3 por ciento el S&P 500) condicionaban las pérdidas de la apertura en el mercado nacional, contenidas en un primer momento.
Sin embargo, rápidamente y mientras surgían ventas en el mercado de deuda (el rendimiento del bono a diez años subía al 4,76 por ciento), la bolsa perdía el nivel de 8.000 puntos y cedía más del 1 por ciento.
El mercado nacional bajaba hasta 7.950 puntos mientras se conocía la caída de una décima del IPC interanual de la zona euro en marzo, hasta el 1,7 por ciento, y el empeoramiento de la confianza inversora alemana (índice ZEW).
Con la subasta española de letras, en la que se colocaron cerca de 5.100 millones a tipos de 2010 y con elevada demanda, sirvió para reducir las pérdidas de la bolsa nacional, que se acercaba a 8.000 puntos a mediodía.
De los resultados empresariales conocidos en los Estados Unidos, eran mal recibidos los de Goldman Sachs, todo lo contrario que las cuentas de Johnson and Johnson y Coca Cola.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, insistía en la necesidad de seguir aplicando reformas para que se produzca la recuperación, que llegará en la segunda mitad del año.
Con los datos económicos estadounidenses -el IPC bajó del 2 al 1,5 por ciento en marzo; las viviendas iniciadas crecieron el 7 por ciento, a pesar de la caída de los permisos de construcción, y la producción industrial aumentó el 0,4 por ciento-, la bolsa pudo mantenerse sobre la cota de 8.000 puntos durante dos horas.
La bolsa escapaba de las pérdidas a pesar de la previsiones del FMI (la zona euro y España caerán una décima más este año, el 0,3 y el 1,6 por ciento, respectivamente, mientras que el PIB mundial caerá del 3,5 al 3,3 por ciento y el estadounidense, una décima, hasta el 1,9 por ciento).
La subida de Wall Street de la mano de la recuperación del precio de los metales, los resultados empresariales y las estadísticas económicas conocidas en los Estados Unidos, permitía que tuviera ganancias hasta una hora y media antes del cierre.
La caída de las plazas europeas, de las cotizaciones energéticas y de los valores del sector, así como de las grandes compañías, presionaban a la bolsa española al final de la sesión, cuando el mercado neoyorquino subía el 0,8 por ciento.
Todos los grandes valores del selectivo bajaron: Inditex, cuya cotización pierde los 100 euros por acción, el 2,22 por ciento; Iberdrola, el 1,34 por ciento; Telefónica, el 1,07 por ciento; Repsol, con el petróleo Brent a 99 dólares el barril, el 0,87 por ciento; Banco Santander, el 0,25 por ciento, y BBVA, el 0,09 por ciento.
FCC lideró las pérdidas del IBEX con un descenso del 2,56 por ciento, mientras que Abengoa B bajó el 2,55 por ciento, seguidos por Inditex y por Mediaset, con una rebaja del 2,1 por ciento.
Sólo cuatro valores del IBEX subieron: Caixabank, el 2,29 por ciento; Banco Sabadell, el 0,83 por ciento; Bankinter, el 0,28 por ciento, y Viscofán, el 0,17 por ciento.
En el mercado continuo destacó la bajada del 9,25 por ciento de Codere y el alza del 3,85 por ciento de Deoleo, después de que se conociera que no hay objeciones administrativas a la fusión de la compañía con Hojiblanca.
El efectivo negociado hoy en el mercado se elevó a 2.555 millones, de los que cerca de 1.150 procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.
