El presidente y el consejero delegado se quedan, por supuesto responden fuentes de Novagalicia Banco ante la pregunta de si la rebaja drástica de sueldo supondrá un problema para su continuidad.
El decreto del Gobierno de reforma del sistema financiero publicado el sábado en el BOE rebaja el salario de los directivos de entidades en las que participa el Estado (a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, FROB) a un máximo de 300.000 euros, cuando el año pasado José María Castellano y César González-Bueno habían ingresado 899.000 euros cada uno. No están aquí por dinero y además son también inversores, recuerdan las mismas fuentes en referencia a la entrada de ambos directivos en el primer plazo cuando accedieron al capital 17 empresarios gallegos. Confían que el resto del equipo directivo se quede también.
Castellano y González-Bueno siguen adelante con su plan para captar inversores, que avanza, aunque todavía no está cerrado. De hecho así lo comunicaban el pasado viernes con una nota colgada en el portal del empleado. Los máximos directivos de Novagalicia juegan con una baza y es que en los últimos tres años no ha entrado ningún inversor en un banco sin un esquema de protección de activos, por lo que conseguir un fondo internacional para la entidad daría mucha confianza al sistema financiero español.
Es por ello que la palabra fusión no está en sus planes. No se está valorando esta opción, no está sobre la mesa, explican fuentes de la entidad. Precisamente porque ven que avanza la negociación con los fondos de inversión.
CUESTIÓN DE PLAZOS
De todas formas, el nuevo decreto del Gobierno, aprobado el viernes en Consejo de Ministros y publicado en el BOE el sábado, adelanta un poco los plazos sobre lo previsto inicialmente porque, aunque la opción de compra sigue en vigor hasta septiembre (el blindaje que permite a Castellano buscar inversores para comprar al FROB su parte) lo cierto es que en marzo tendrán que presentar ya sus planes, aunque los inversores no entren en ese momento.
En principio, además de la ventana que se se abre en marzo, el banco tendría otros dos plazos para la entrada de capital, en junio y en septiembre.
Sobre el decreto hay cuestiones que no han quedado muy claras en cuanto a la aplicación de algunos artículos, que deberán desarrollarse con una orden ministerial, porque en el caso de los salarios no se explica desde cuándo se debe aplicar el tope establecido por el Gobierno y el Banco de España. Sobre las provisiones también se han planteado dudas en cuando a su aplicación en algunos de los activos que se detallan en el decreto.
La nueva regulación no ha cogido por sorpresa a los máximos ejecutivos de Novagalicia que sí admiten que queda todavía un largo camino por delante. La entidad es optimista sobre sus posibilidades, a pesar de las dificultades, pero también es consciente que la única baza en su mano es conseguir inversores para no ser subastada, tal y como pasará con Unnim en las próximas semanas.
Castellano y González-Bueno siguen adelante con su plan para captar inversores, que avanza, aunque todavía no está cerrado. De hecho así lo comunicaban el pasado viernes con una nota colgada en el portal del empleado. Los máximos directivos de Novagalicia juegan con una baza y es que en los últimos tres años no ha entrado ningún inversor en un banco sin un esquema de protección de activos, por lo que conseguir un fondo internacional para la entidad daría mucha confianza al sistema financiero español.
Es por ello que la palabra fusión no está en sus planes. No se está valorando esta opción, no está sobre la mesa, explican fuentes de la entidad. Precisamente porque ven que avanza la negociación con los fondos de inversión.
CUESTIÓN DE PLAZOS
De todas formas, el nuevo decreto del Gobierno, aprobado el viernes en Consejo de Ministros y publicado en el BOE el sábado, adelanta un poco los plazos sobre lo previsto inicialmente porque, aunque la opción de compra sigue en vigor hasta septiembre (el blindaje que permite a Castellano buscar inversores para comprar al FROB su parte) lo cierto es que en marzo tendrán que presentar ya sus planes, aunque los inversores no entren en ese momento.
En principio, además de la ventana que se se abre en marzo, el banco tendría otros dos plazos para la entrada de capital, en junio y en septiembre.
Sobre el decreto hay cuestiones que no han quedado muy claras en cuanto a la aplicación de algunos artículos, que deberán desarrollarse con una orden ministerial, porque en el caso de los salarios no se explica desde cuándo se debe aplicar el tope establecido por el Gobierno y el Banco de España. Sobre las provisiones también se han planteado dudas en cuando a su aplicación en algunos de los activos que se detallan en el decreto.
La nueva regulación no ha cogido por sorpresa a los máximos ejecutivos de Novagalicia que sí admiten que queda todavía un largo camino por delante. La entidad es optimista sobre sus posibilidades, a pesar de las dificultades, pero también es consciente que la única baza en su mano es conseguir inversores para no ser subastada, tal y como pasará con Unnim en las próximas semanas.
