Las autoridades italianas anunciaron hoy la confiscación en Suiza de bonos falsos del Tesoro estadounidense por valor de seis billones de dólares, en el marco de una investigación conducida por la Fiscalía de Potenza, en el sur de Italia.
La operación, realizada en colaboración con las autoridades suizas y bautizada con el nombre de 'Vulcano' (Volcán), ha llevado además a la detención de ocho personas en Italia, informaron los medios de comunicación italianos.
Los falsos títulos, con fecha de emisión de 1934, fueron hallados en el interior de tres cajas fuertes que supuestamente pertenecían a la Reserva Federal de Estados Unidos.
Asimismo, fue localizado un estuche que contenía una copia falsa del Tratado de Versalles, firmado en 1919 tras la Primera Guerra Mundial.
Este último documento servía supuestamente como prueba utilizada por los estafadores para avalar la autenticidad de los bonos, ya que aseguraban que formaban parte de las sumas de dinero intercambiadas entre las potencias que tomaron parte en el conflicto por los gastos de la guerra.
Según los investigadores, los bonos llegaron a Zúrich en 2007 a través de Hong Kong, a la espera de que los miembros de la trama de estafadores pudiera colocarlos a un Gobierno de un país 'emergente', o bien a intermediarios financieros, a cambio de ingentes cantidades de dinero.
El fiscal Giovanni Colangelo, que no descartó que todavía existan bonos falsos 'escondidos' en algún instituto financiero, subrayó que la operación que ha llevado a la confiscación de hoy 'ha sido notablemente compleja' y se encuentra entre una de 'las mayores' de la historia.
La falsedad de los títulos fue confirmada por expertos estadounidenses.
Los falsos títulos, con fecha de emisión de 1934, fueron hallados en el interior de tres cajas fuertes que supuestamente pertenecían a la Reserva Federal de Estados Unidos.
Asimismo, fue localizado un estuche que contenía una copia falsa del Tratado de Versalles, firmado en 1919 tras la Primera Guerra Mundial.
Este último documento servía supuestamente como prueba utilizada por los estafadores para avalar la autenticidad de los bonos, ya que aseguraban que formaban parte de las sumas de dinero intercambiadas entre las potencias que tomaron parte en el conflicto por los gastos de la guerra.
Según los investigadores, los bonos llegaron a Zúrich en 2007 a través de Hong Kong, a la espera de que los miembros de la trama de estafadores pudiera colocarlos a un Gobierno de un país 'emergente', o bien a intermediarios financieros, a cambio de ingentes cantidades de dinero.
El fiscal Giovanni Colangelo, que no descartó que todavía existan bonos falsos 'escondidos' en algún instituto financiero, subrayó que la operación que ha llevado a la confiscación de hoy 'ha sido notablemente compleja' y se encuentra entre una de 'las mayores' de la historia.
La falsedad de los títulos fue confirmada por expertos estadounidenses.
