La crisis hipotecaria golpea de nuevo a Wall Street

La Bolsa de Nueva York ha cerrado con un fuerte descenso aquejada de nuevo por el impacto de la crisis del crédito hipotecario y después de que BNP Paribás haya decidido suspender tres de sus fondos afectados por la situación del sector.

En concreto, su decisión afecta a sus fondos Parvest Dynamic ABS, BNP Paribas ABS Euribor y BNP Paribas ABS Eonia funds. Éstos han reducido su valor rápidamente en las últimas semanas hasta los 1.593 millones de euros del 7 de agosto, frente a los 2.075 millones de euros del 27 de julio, según el banco, que tiene 326.000 millones de euros bajo su gestión.

A esto se suman las declaraciones de AIG, la mayor aseguradora del mundo, que indicó que espera un aumento de las deudas morosas e impagadas en el mercado inmobiliario. Además, los títulos de Goldman Sachs Group cayeron cerca del 6%, después de que el 'Wall Street Journal' informara de que un fondo manejado por el banco de inversión estaba bajo presión para vender activos.

Así, el Dow Jones se dejó un 2,75% y cerró en los 53.720 puntos, según los datos preliminares; mientras que el tecnológico Nasdaq se situó en los 13.275 tras retroceder 2,87%, con lo que los indicadores han cambiado de tendencia tras tres días al alza.

En cuanto al resto de indicadores, el selectivo S&P 500 bajó 44,4 puntos, un 2,96%, hasta las 1.453,09 unidades, mientras que el tradicional NYSE retrocedió 296,89 puntos, un 3,05%, hasta las 9.449,31 unidades. Este mercado movió un total de 5.831 millones de acciones, frente a los 3.526 millones del Nasdaq.

Inyección de los bancos centrales
Con la intención de calmar la preocupación del sector financiero ante la crisis del mercado de créditos en EEUU, el Banco Central Europeo (BCE) se ha visto obligado a realizar una inyección de liquidez histórica y poner en el circuito monetario 94.841 millones de euros.

Al mismo tiempo, la Reserva Federal estadounidense (FED) puso a disposición del sistema financiero 24.000 millones de dólares en reservas temporales, la mayor cantidad desde el pasado junio.

Esto, aunque se hace con el fin de reafirmar la confianza en el sistema financiero, asustó a los inversores, pues les hace temer que las dificultades del mercado de crédito sean más grandes de lo que tenía previsto. De las empresas contratadas en el mercado neoyorquino, 740 subieron, 2.544 bajaron y 63 se mantuvieron sin cambios.

En el mercado secundario de deuda, las obligaciones a diez años registraron una fuerte subida en los precios, de manera que la rentabilidad -que se mueve de forma inversa- bajó hasta el 4,77% desde el 4,86% del cierre del miércoles.

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