La economía española frena su caída en el segundo trimestre hasta el 0,1 %

El Banco de España ha determinado hoy que el ritmo de caída intertrimestral de la economía española se ha frenado hasta el 0,1 % entre mayo y junio, periodo que de cumplirse los pronósticos oficiales podría ser el último de recesión.
La significativa moderación del ritmo de contracción de la actividad, que el primer trimestre del año llegó al 0,5 %, se debe principalmente a la ampliación de la aportación positiva de sector exterior (en tres décimas, hasta el 0,4), propiciado por el mayor dinamismo de los mercados mundiales.

Según el boletín económico publicado hoy por el organismo que preside Luis María Linde, en tasa interanual la caída del PIB se ha atenuado en dos décimas, hasta el 1,8 %.

Estos datos basados en la información disponible, todavía incompleta, deberán ser corroborados por el Instituto Nacional de Estadística el próximo 30 de julio.

La dependencia para la salida de la recesión en el sector exterior lleva a advertir de que en la eurozona persisten riesgos como una posible evolución más desfavorable de la demanda externa, junto a una intensificación de la crisis financiera, las dificultades en el proceso de reducción de deuda pública y privada y la debilidad del mercado de trabajo.

En todo caso por el momento se están cumpliendo los pronósticos del Gobierno y del propio Banco de España en el sentido de que la caída en este trimestre ha sido próxima a cero, y en el tercero ya se podría volver a crecer, lo que significaría salir de la recesión que se viene registrando técnicamente desde el primer trimestre de 2012.

En cuanto a la demanda nacional la caída intertrimestral ha sido del 0,6 %, similar a la de los tres meses anteriores, en un contexto en el que las familias y las empresas siguen notando los efectos de las deudas y la consolidación presupuestaria.

Además, según reconoce el Banco la incertidumbre por el estado del mercado de trabajo y las dificultades de acceso a la financiación 'no acaban de disiparse', con un consumo en los hogares que prolongó su tónica de debilidad.

No obstante, prevén que la tasa de paro registre un 'leve descenso' en el segundo trimestre del año.

En su análisis del mercado laboral, el Banco de España destaca la caída intertrimestral (junio a mayo) que tuvo el desempleo del 0,3 %, de la que resalta que representaría la cifra menos desfavorable de los dos últimos años.

También apunta que, en términos interanuales, el retroceso del empleo se habría atenuado en medio punto porcentual, hasta el -4 %.

Otra señal positiva sería que la inversión en bienes de equipo apunta a 'cierta suavización' del ritmo de descenso interanual, con una variación 'ligeramente positiva' en términos intertrimestrales.

Además, entre los indicadores cuantitativos, las matriculaciones de vehículos de carga registraron en el periodo abril-junio una tasa intertrimestral positiva por primera vez desde finales de 2010.

Por otro lado, tanto la producción como las importaciones de este tipo de bienes vienen registrando desde el inicio del año una evolución más favorable que en el tramo final de 2012.

Por lo que respecta a las fuentes de información cualitativa, la confianza empresarial aumentó ligeramente en el segundo trimestre, tanto en el conjunto de la industria como en el segmento de bienes de equipo, prolongando la trayectoria de suave mejora observada desde finales del año pasado.

No obstante, el nivel de estos indicadores sigue siendo relativamente reducido, dado el elevado grado de incertidumbre que continúa rodeando el contexto de toma de decisiones empresariales.

En cuanto a la actuación de las administraciones públicas, el segundo trimestre estuvo marcada por los compromisos presupuestarios asumidos y por el ajuste fiscal requerido para la consecución del nuevo objetivo de déficit, que se ha fijado en el 6,5 % del PIB.

El Banco de España cree que las medidas ya adoptadas de cara al cumplimiento de estos objetivos tendrán que plasmarse en una aceleración adicional de los ingresos de las administraciones públicas, así como en un mantenimiento del ajuste del gasto público.

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