España multiplicó por 15 sus compras a China en 20 años

China.

El importe de la compra de mercancías a China por parte de España se ha multiplicado por quince en algo más de dos décadas, al pasar de 1.756 millones de euros en 1995 a 26.908 millones a cierre de 2018, gastados principalmente en equipos de telecomunicaciones y procesamiento de datos, juguetes, ropa, calzado y marroquinería. En este periodo -el que abarca la serie histórica de la Secretaría de Estado de Comercio-, las ventas a China también han crecido exponencialmente y se han multiplicado por nueve, si bien los importes son más modestos, ya que las exportaciones han pasado de 679 a 6.276 millones.

Esta diferencia ha provocado un déficit comercial crónico entre España y China que ha aumentado de 1.077 a 20.632 millones entre 1995 y 2018, con un volumen de importaciones en línea con los países del entorno, pero con unas exportaciones "relativamente escasas", de acuerdo con la Oficina Económica y Comercial de España en Pekín. En su último informe sobre el país, esta oficina destaca que China es la segunda economía del mundo tras Estados Unidos y que desde que inició el proceso de apertura en el año 1978 ha registrado una tasa media anual de crecimiento económico cercana al 10 %, con la consiguiente transformación económica y de los patrones del consumo del país.


El lujo, una oportunidad


El documento incide en que se está creando una clase media urbana con un nivel de poder adquisitivo comparable al europeo, lo que genera oportunidades comerciales para los bienes de gama alta, ya que China es ahora mismo el primer consumidor mundial de productos de lujo. En este ámbito la oficina comercial detecta oportunidades para el sector agroalimentario (en concreto para el jamón ibérico, los vinos y el aceite de oliva), la moda, el calzado, los cosméticos, el mueble y la decoración.

También señala la importancia para el sector tecnológico industrial español de un país que es el primer productor de automóviles y el principal inversor de energías renovables, además de contar con más de un centenar de ciudades de más de un millón de habitantes que demandan gestión de agua y residuos.

Actualmente, España exporta a China sobre todo cobre y sus aleaciones, equipos, componentes y accesorios de automoción, carne de porcino y medicamentos. En el caso del comercio de servicios, el intercambio está por debajo de su potencial por las restricciones y limitaciones establecidas para las empresas extranjeras de servicios legales, financieros, educativos o agencias de viajes.

De acuerdo con la Encuesta de Comercio Internacional de Servicios del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado 2.795 empresas españolas (28,4 % más) exportaron servicios a China por 982,5 millones (32,9 % más) y 2.943 empresas españolas (6,6% más) importaron servicios de China por 698,7 millones (10,2% más). n

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