Una mayoría absoluta de cualquiera de los partidos mayoritarios, PSOE y PP, en las elecciones de este domingo favorecería el entusiasmo bursátil, mientras que un empate técnico, añadido a la actual situación de desaceleración económica, perjudicaría al mercado.
El mercado en los países occidentales como España lo que quiere es estabilidad, y eso se consigue con mayorías absolutas, ya que de esa forma la política económica del gobierno no tendría las cortapisas de los nacionalistas, explicaron los expertos.
Añadieron que si el PP lograra la mayoría absoluta causaría incluso cierta euforia momentánea, ya que, generalmente, los inversores prefieren gobiernos de derechas.
Al no existir demasiadas diferencias entre las propuestas de política económica de ambos partidos, el mercado aguarda con cierta indiferencia el resultado electoral, por que lo que más necesita es estabilidad.
Pese a todo, y dadas las encuestas previas, los analistas esperan que el lunes el mercado bursátil no experimente demasiados cambios y siga expuesto al albur de las plazas internacionales, afectadas por la desaceleración económica y los problemas de la crisis hipotecaria estadounidense.
Además, descartan que el mercado vaya a recibir hostilmente el resultado electoral y que responda como en las elecciones de marzo de 2004, cuando la inesperada victoria del PSOE provocó al mercado un descenso del 4,15 por ciento, una de las mayores caídas de la historia bursátil.
Sin embargo, lo que si auguran es que, en caso de ganar el PSOE, se acometa una rápida reestructuración del sector eléctrico, en la que podrían verse implicadas empresas como Iberdrola, Unión Fenosa, ACS o incluso la francesa EDF, que no ha escondido su interés en España, y concretamente en Iberdrola.
Una victoria del PP, sin embargo, desinflaría las expectativas de movimientos corporativos de este tipo, ya que las maniobras de aproximación en el sector eléctrico tendrían que comenzar con nuevos interlocutores, según los analistas consultados.
