Cree que las cajas chocaron con la modernidad y lo ejemplifica en 'Don Julio', como le llama

Fernández Gayoso, retratado por 'The New York Times'

Gayoso compareció en el Congreso el pasado mes de julio y dijo que no tomaba decisiones.
Caixanova antes, Novacaixagalicia ahora y sobre todo su presidente Julio Fernández Gayoso son el eje central de un extenso artículo de 'The New York Times' que dedica un extenso artículo a Vigo y su caja, como ejemplo de por qué cayeron estas entidades. El periodista Raphael Minder denomina al expresidente de Novacaixagalicia 'Don Julio, como le gustaba que le llamaran sus empleados, los empresarios y funcionarios de gobierno', asegura en el artículo.
Describe cómo la caja colaboró en el desarrollo industrial de Vigo, por lo que juzga que ha sido 'una fuerte caída del poder' cuando en junio Fernández Gayoso tuvo que abandonar la entidad.

Minder atribuye la desaparición de las cajas a un 'choque de culturas empresariales', entre la tradición que encarnaba el expresidente de Caixanova y luego Novacaixagalicia y la modernidad.

El artículo recuerda algunos de los hitos que Gayoso repetía sin cesar, incluso en su comparecencia en la comisión parlamentaria, como la creación del campus universitario de Vigo, pero también cómo 'adquirieron algunos de los más grandes edificios a lo largo de la calle principal de la ciudad' o como 'el Sr. Gayoso se convirtió en un mecenas de las artes, con una impresionante colección de pintura'.

Señala que Gayoso rechazó ser entrevistado para el artículo y para hacer un análisis de la situación Raphael Minder recurrió al exalcalde de Vigo Carlos Príncipe, que asegura que 'el Sr. Gayoso ayudó a terminar con su carrera política en la década de 1990 por la financiación a un rival de la campaña electoral', precisa el artículo, además de asegurar que 'cuando has sido el principal financiador durante tanto tiempo es posible extender el miedo'.

También habla el periodista con el exconsejero de la caja por el BNG Xosé Luis Veiga, que dice que 'nunca hubo debate ni se votó nada' y con el profesor de la Universidad de Vigo Santiago Lago, que señala que las cajas acabaron controladas 'por unos pocos banqueros que tenían tanto poder que incluso los políticos tenían miedo de ellos'.

También habla Miguel Ángel Quinteiro, un exempleado de la entidad, que asegura fue despedido 'tras ser acusado de filtrar información confidencial a un sindicato'.

El exdirector general de Caixa Galicia, José Luis Méndez sale a relucir en el artículo, aunque mejor parado por su retirada al producirse la fusión de las dos cajas gallegas.

De todas formas recuerda que 'entre las inversiones de Caixa Galicia estaban un yate con tripulación a disposición del Sr. Méndez' y que 'a pesar de que la caja tenía su sede en el norte, en la ciudad gallega de A Coruña, el Sr. Méndez convenció a su junta para construir un centro cultural en Vigo, que hoy está sin terminar'.

El artículo en http://www.nytimes.com/2012/08/21/business/global/clash-of-cultures-upends-spains-cajas.html?ref=business.

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