Austria avisó de que, si el coste del rescate es mayor que el de la quiebra, la UE deberá buscar alternativas

Finlandia bloqueará la ayuda a Grecia hasta que consiga el aval que reclama

El segundo rescate de Grecia continúa paralizado. Finlandia mantendrá su veto hasta que consiga el aval que reclama, y así lo hizo saber este viernes, en la reunión de ministros de Economía de la eurozona. En el encuentro, Austria avisó de que, si el coste del rescate es mayor que el de la quiebra, la Unión Europea (UE) deberá buscar alternativas.
El Ecofin no dio frutos para resolver la crisis de deuda y enviar una señal positiva a los mercados; ni siquiera acarreó soluciones para desbloquear la ayuda urgente de 8.000 millones que el país heleno necesita para evitar la suspensión de pagos en octubre, porque el Eurogrupo reclama más medidas de ajuste al Gobierno de Georges Papandreu. A pesar de todo, el parqué madrileño vivió su cuarta jornada de repuntes, con un avance del 0,61 por ciento que hizo que el Ibex 35 se afianzase en 8.300 puntos.

Finlandia vetará el segundo rescate de 109.000 millones de euros hasta que obtenga las garantías que reclama, como ya adelantaba antes de entrar a la cita Jutta Urpilainen, ministra de Finanzas del país escandinavo: 'Desafortunadamente, no creo que podamos encontrar una solución hoy [por este viernes]'. No obstante, Jean Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, afirmó que se habían 'realizado progresos' a este respecto: 'Hemos concluido que, si se proporciona colateral, se hará un precio adecuado'.

El Estado nórdico alcanzó un acuerdo con Atenas en agosto para que el 20 por ciento de su aportación se retuviese como garantía. Sin embargo, Alemania lo vetó cuando otros países quisieron subirse al mismo carro. La solución que se está barajando ahora plantea que los Estados que busquen un aval tengan que pagar por él una cantidad tan elevada que sólo Finlandia querrá acogerse a ello, según María Fekter, responsable de Finanzas austríaca.

Precisamente ella alimentó la especulación sobre una posible quiebra de Grecia: 'Si se plantea una situación en la que esta vía [el rescate de la UE] se convierte en más cara que las alternativas, tendremos que pensar en las alternativas, pero, de momento, no es el caso'. Lo cierto es que tampoco hubo avances en el desbloqueo del sexto tramo de ayudas de 8.000 millones de euros que se aprobó hace un año. Sin él, el país mediterráneo tendrá que declararse en suspensión de pagos.

El Eurogrupo dio a entender que la nueva tasa inmobiliaria para recaudar 2.000 millones de euros que Atenas aprobó el pasado fin de semana no es suficiente para cumplir los objetivos del plan de ajuste y que serán necesarias nuevas medidas. Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos, no precisó cuándo volverán a Atenas los inspectores de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La 'troika' debe dar su visto bueno al plan. De ahí que Rehn afirme que 'la conclusión' depende 'de la voluntad política del Gobierno y el parlamento griegos para cumplir los objetivos fiscales y otras condiciones'. Si lo consiguen, habrá ayuda: 'Técnicamente, podremos tomar la decisión durante la primera mitad de octubre, pero la pelota está en tejado griego', insistió.

Evangelos Venizelos, titular de Finanzas heleno, reiteró que su país está en el buen camino y que cumplirá el plan de ajuste: 'La intención es cumplir los objetivos fiscales para este año y el próximo, sin demoras ni excepciones'.

LA EUROZONA DESOYE A EE.UU

Por primera vez, y de forma insólita, Tim Geithner, secretario del Tesoro estadounidense, participó en una reunión del Eurogrupo. Entonces, pidió que se ampliase el fondo de rescate de 440.000 millones, algo que ofrecería garantías al mercado, porque esa cantidad sería suficiente para asistir a Italia y España, en el caso de que lo necesitasen. El dirigente recomendó que el refuerzo se hiciese mediante el apalancamiento y sin necesidad de incrementar la dotación total del fondo.

Juncker zanjó el asunto: 'No estamos discutiendo el incremento o la expansión del mecanismo europeo de estabilidad financiera con un Estado no miembro de la eurozona'. El presidente del Eurogrupo admitió que hay 'ligeras diferencias' entre las estrategias de Europa y Estados Unidos para seguir en el combate contra la crisis. De todas formas, el presidente Barack Obama se reunirá la semana que viene con los líderes europeos, según informó la Casa Blanca.

Geithner también pidió a los presentes que no sigan hablando sobre la posibilidad de la ruptura de la eurozona y que pongan fin al enfrentamiento con el BCE. En este caso, Juncker estuvo de acuerdo: 'Tenemos que volver a la disciplina verbal porque no podemos añadir más controversia a los problemas que ya existen, así que he insistido ante mis colegas que sean lo más disciplinados posibles al expresar sus opiniones'.

EUROBONOS BASURA

Olli Rehn repitió que presentará en otoño distintas opciones sobre la emisión de eurobonos, como respuesta a la crisis. No obstante, alertó de que esta medida debe ir acompañada de 'un mayor refuerzo del gobierno económico en Europa, que implique la sostenibilidad de las finanzas públicas y del crecimiento'. 'De lo contrario, los eurobonos se convertirán en bonos basura, y ello no beneficiará a nadie'.

Alemania ratificó su postura en contra. Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas, aseguró que los problemas han de resolverse con los actuales Tratados, porque su reforma 'lleva tiempo'. Angela Merkel, canciller, sostuvo que los eurobonos son una respuesta equivocada a los problemas de la eurozona. A su juicio, sólo supondrían 'la puesta en común de la deuda'.

En cambio, Didier Reynders, responsable de Finanzas belga, se mostró convencido de que esta vía será parte de la solución a los problemas económicos 'en los próximos meses'. El ministro transmitió su decepción ante la postura del Gobierno de Merkel y sostuvo que 'la única solución' a la crisis es 'avanzar hacia una mejor integración fiscal en Europa'.

Reynders resta importancia a la cuestión de la reforma del Tratado: 'No es un problema real si hay acuerdo político'. También respaldó la idea de Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, de crear un Ministeio de Finanzas Europeo. De todas formas, el dirigente dio prioridad al problema heleno.

JORNADA POSITIVA PARA LAS BOLSAS

A pesar de la falta de acuerdo, la jornada del viernes fue positiva para las Bolsas europeas. Francfort encabezó la escalada (+1,2 por ciento), por delante de Madrid y de Londres (+0,61 por ciento). Sólo París cedió posiciones, un 0,5 por ciento. El Ibex 35 se afianzó en los 8.300 puntos después de esta cuarta subida consecutiva, que condujo las ganancias semanales hasta el 6 por ciento.

BBVA y Endesa impulsaron al selectivo, con incrementos del 1,71 por ciento y del 1,31 por ciento, respectivamente, con el respaldo de Telefónica (+0,79 por ciento). Santander selló la jornada en tablas, y Repsol (-0,18 por ciento) e Iberdrola (-0,12 por ciento) acabaron en 'números rojos'. La prima de riesgo española se relajó a los 344 enteros y la italiana, a los 363.

Con los precios de la electricidad en máximos desde 2008, Gas Natural (+10,3 por ciento) e Iberdrola (+9,62 por ciento) se colgaron las medallas de oro y plata en el cómputo semanal. En los siguientes puestos de cabeza se ubicaron BBVA (+9,5 por ciento), Bankinter (+7,79 por ciento) y Santander (+7,19 por ciento), aliviados por la acción de los principales bancos centrales del mundo para inyectar liquidez a los mercados.

En el grupo de 'blue chips', Telefónica se comportó mejor que el índice (+6,94 por ciento) y Endesa (+4,98 por ciento) y Repsol (+3,02 por ciento) cosecharon ganancias inferiores. Solo cinco valores saldaron la semana en pérdidas: Grifols (-3,42 por ciento) como farolillo rojo, junto a Indra (-3,11 por ciento), BME (-0,57 por ciento), Amadeus (-0,45 por ciento) y Ebro (0,38 por ciento).

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