La federación gallega que agrupa a los fontaneros, Fegafon, y la provincial de Pontevedra, Foncalor, han alertado de la pérdida de más de 3.500 empleos y el peligro para 1.500 empresas después de que la Consellería de Industria haya derogado la normativa autonómica sobre instalaciones interiores de agua, que afecta a la fontanería.
Fegafon y Foncalor estiman que la falta de un marco jurídico estable está provocando la destrucción de más de 3.500 empleos en Galicia y 1.100 ya se han perdido en la provincia de Pontevedra, así como la desaparición de 225 empresas instaladoras de fontanería en la provincia. La ausencia de una regulación está provocando un efecto llamada que está incrementando de manera exponencial el intrusismo profesional y la proliferación de economía sumergida, explican.
Los profesionales aseguran que han advertido en reiteradas ocasiones a la Administración que la derogación desampara también al usuario, ya que las empresas estaban obligadas, y ahora no, a contar con un seguro de responsabilidad civil que cubriese los daños a terceros.
Por otra parte, la inexistencia de un registro de instaladores dificulta que el usuario pueda saber quién es la empresa. n
