ECONOMÍA

La fortuna de Ortega supera el PIB gallego

Amancio Ortega
photo_camera Amancio Ortega.

Tanto, que le sobran 15.700 millones de euros. Su facturación duplica con creces el presupuesto de
la Xunta y el número de trabajadores de Inditex equivale al 16% de ocupados en toda Galicia 

El presidente de Inditex, Pablo Isla, acaba de verse con Matt Damon, cofundador de Water.org, organización internacional que facilita el agua potable a personas en situación vulnerable. De paso le ha dado 3,7 millones de euros para proyectos de Water.org en Bangladés y Camboya. Obviamente, ese dinero sale de la empresa de Amancio Ortega, el segundo hombre más rico del mundo. Warren Buffet, que es el tercero, ha donado a la fundación Bill & Melinda Gates el 80% de su fortuna, unos 35.000 millones de euros. Y Bill Gates, que es la primera fortuna del planeta, ha donado unos 40.000 millones de euros a causas humanitarias. Lo que es habitual en EE UU -donar al menos la mitad de las grandes fortunas- no lo es todavía en España, pero algo está cambiando.

España ni atesora la cultura empresarial anglosajona ni tiene una historia de millonarios a nivel planetario. Ortega es, es en ese sentido, una excepción. De hecho, el valor de la fortuna del dueño de Inditex equivale a la de los 24 ricos que le siguen en la lista de multimillonarios españoles. Quiere eso decir que el segundo más rico de España, Juan Roig, presidente de Mercadona, juega en otra liga.

Ortega se adentró en el mundo de las fundaciones y de las donaciones a su manera. Hizo -y hace- donaciones que no trascienden, se dejó inspirar en algún momento por la Fundación Bertelsmann y en los últimos años se ha iniciado en las donaciones a organizaciones como Médicos sin Fronteras, Water.org o la Cruz Roja. Pero todavía no ha hecho nada equiparable a Gates o Buffet. De hacerlo en su tierra, A Coruña y Galicia podrían ser distintas. Pero en Inditex admiten que, de momento, la gran obra social de Ortega es el empleo que crea. En realidad, crear puestos de trabajo es una cosa distinta pero se entiende lo que quieren decir sus portavoces cuando hablan de estas cosas.

Su capacidad para hacer en A Coruña –su ciudad de adopción– algo único en el mundo sería posible sin que ni él ni sus herederos dejasen de ser inmensamente ricos durante generaciones y generaciones. Pero, obviamente, nadie puede obligarle a hacerlo. ¿Y por qué sería posible?

La fortuna de Ortega -unos 71.400 millones de euros- supera de largo el PIB de Galicia y multiplica por 8 el presupuesto de la Xunta, que sirve para pagar las nóminas de más de cien mil funcionarios y para financiar infinidad de obras y servicios. Eso es posible porque Inditex gana casi 3.000 millones al año, lo que significa que con tres años de sus beneficios tendríamos un presupuesto de la Xunta. Si se quiere ver de otra forma, Amancio Ortega tiene tantos empleados que si los juntásemos todos en Galicia no habría prácticamente paro.

Su dimensión no parece de este mundo, al menos desde el mundo que se contempla en Galicia. Solo él factura más de un tercio del PIB gallego y da empleo a 50.000 personas más de las que tiene la Administración gallega, incluyendo todos los médicos, profesores, etcétera. Si sus tiendas estuvieran todas en Galicia –permítasenos un nuevo absurdo económico–, tendríamos 22 por concello y 2 por parroquia.

Amancio Ortega tiene en sus manos hacer prácticamente lo que quiera en materia social, científica o deportiva, a sabiendas de que casi todo lo que hace en sus empresas es aceptable. Ha sido criticado por contrataciones irregulares de algunos proveedores en otros países y por su política de donaciones pero en todos los demás frentes ha sido elogiado.

@J_L_Gomez

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