En la amplia cartera industrial hay participaciones duplicadas que deberán valorar ahora

La fusión de Caixa Galicia y Caixanova crea la cuarta caja de España

Un letrero de Caixa Galicia se refleja en el cristal de una oficina de Caixanova en A Coruña.
La fusión entre Caixa Galicia y Caixanova creará la cuarta caja de ahorros española por volumen de activos, al sumar 78.078 millones, sólo por detrás de La Caixa, Caja Madrid y Bancaja. La fusión implicará, según la auditoría de KPMG, el cierre de 280 oficinas y 1.296 empleos, a solventar en un 92% con prejubilaciones y el resto bajas incentivadas, así como pedir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 1.162 millones de euros.
Según los datos facilitados por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) correspondientes a 2009, y recabados por Efe, la unión de las dos cajas gallegas crea la cuarta caja por volumen de activos al sumar 78.078 millones de euros. De ellos, 46.340 millones provienen de Caixa Galicia y 31.738 millones de Caixanova. De esta forma, la caja resultante sólo sería superada por La Caixa (271.872 millones de euros), Caja Madrid (191.904 millones) y Bancaja (111.459 millones).

Una vez culmine el proceso de reestructuración financiero en marcha, la nueva caja gallega ocuparía el quinto puesto, por detrás nuevamente de las tres grandes cajas, más la entidad que resulte de la fusión de las cajas catalanas, Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona, que sumará 81.024 millones de euros en activos.
En cuanto al volumen de depósitos, la nueva caja gallega aglutinará 48.784 millones de euros, con lo que ocupará la quinta posición.

El consejo de administración de Caixanova aprobó el pasado 6 de abril por unanimidad el inicio formal de las negociaciones para explorar una posible fusión con Caixa Galicia. La semana anterior, tras reunirse con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, los presidentes de ambas cajas se comprometieron a iniciar oficialmente los contactos para analizar la posible fusión, tras lo que el consejo de Caixa Galicia ratificó el acuerdo suscrito y nombró a un equipo para negociar la posible fusión.

Según la auditoría encargada por la Xunta para estudiar la viabilidad de la fusión a la empresa KPMG, la posible caja fusionada debería pedir alrededor de 1.198 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que finalmente se quedan en 1.162, detallaron fuentes financieras. A ello habría que sumar desinversiones por valor de 12.000 millones de euros, entre las que se encuentran 280 oficinas y deshacer posiciones en la cartera industrial por valor de 90 millones de euros anuales hasta el año 2015.

Muchas empresas están pendientes ahora de esa desinversión, ya que las cajas de ahorros gallegas cuentan con una amplia cartera industrial con participaciones en compañías de sectores tan diversos como el textil, las telecomunicaciones, la energía, la construcción o la alimentación. A ello se suman otras participaciones, como la que Caixanova ha tomado recientemente en el Celta de Vigo, como segundo accionista, tras el concurso. En algunas de esas empresas las participaciones están duplicadas.

Los sindicatos

Los sindicatos CC.OO., UGT y CIG coincidieron en demandar que 'de inmediato' se constituya una mesa de negociación sobre las condiciones laborales del personal de las cajas, que entienden que debería abarcar tanto a los trabajadores que proseguirán prestando sus servicios en la futura entidad como a aquellos que formarán parte del paquete de prejubilaciones.
La Federación de Servicios Financieros y Administrativos de CC.OO. avanzó que reclamará 'garantías' para los puestos de trabajo que en la actualidad tienen ambas cajas, así como 'homologar las condiciones' de las plantillas de ambas entidades financieras en el proceso de fusión. CC.OO. valoró el acuerdo alcanzado, pero señaló que las plantillas de ambas entidades deben ser contempladas como 'una unidad independientemente' del destino en el que desempeñaban sus servicios.

Por parte de UGT, Ernesto Fontanes apremió a que se establezca un protocolo laboral que englobe a las personas que permanecerán en la futura caja y a las que 'deberán ir saliendo'. En este sentido, abogó por que la repercusión en el empleo sea 'la menor posible', con lo que apeló a consensuar el número de prejubilaciones y no dar por absolutamente cerradas las casi mil que estableció como necesarias el Banco de España.
Finalmente, la CIG también urgió la mesa de negociación para abordar 'todo lo relacionado con el empleo y las condiciones laborales' tanto para el personal de las cajas como el de la Obra Social, las empresas auxiliares y las de servicios, así como la seguridad, la limpieza o el mantenimiento. Al respecto, el sindicato nacionalista cifró en 'más de 10.000 los puestos de trabajo ligados a las cajas' en Galicia.

Los empresarios

La Confederación de Empresarios de Galicia celebró el preacuerdo que revela la 'voluntad' de ambas entidades de converger en una nueva y destacó que 'esclarece' el escenario financiero gallego tras meses 'de incertidumbre'. Los empresarios aseguraron también que la fusión mantiene los criterios de 'solvencia, equilibrio y galleguidad' reiterados por fuerzas políticas, centrales sindicales y empresarios durante el periodo de negociaciones. Por último, manifestó que la nueva caja que 'empieza a cobrar forma' constituye, 'a tenor de su influencia y sólidos vínculos' con Galicia, la 'mejor' de las opciones para la economía gallega.

El Banco de España

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, advirtió ayer a las entidades financieras de que el tiempo para llevar a cabo la reestructuración del sector 'se acaba' y que si no lo hacen 'el futuro será muy complicado'. Fernández Ordóñez hizo esta advertencia después de intervenir en un seminario sobre las expectativas del mercado laboral organizado por el Banco de España y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que recordó que el supervisor ya ha advertido a todas las instituciones, bancos y cajas de que el proceso de reestructuración hay que llevarlo a cabo.
Además, preguntado por la reunión que mantuvieron la semana pasada el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, aseguró que el encuentro fue 'muy importante' y que tras los acuerdos tomados, 'la reforma financiera queda bien atada'. Según recordó, durante el encuentro ambos líderes se comprometieron a agilizar el proceso de reestructuración para que las entidades que puedan conseguir recursos del Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) lo hagan antes del 30 de junio.
Precisamente ayer, Caja de Jaén y Unicaja suscribieron su escritura de fusión, lo que convierte a la nueva entidad en la cuarta de España por beneficios.

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