Se reducirán de siete a cinco
Se tata de la principal medida de la reforma, que afectará prácticamente a todos los contribuyentes y que se llevará a cabo en dos fases, de tal forma que en 2016 se elimine por completo la subida que aprobó el Ejecutivo de Mariano Rajoy nada más llegar al poder dentro de un conjunto de medidas para atajar el déficit público.
Por ello, cuando la reforma esté plenamente en vigor, el tipo mínimo del IRPF volverá al entorno del 24 % y el máximo al 45 %, tras haber subido 7 puntos con el gravamen complementario que empezó a aplicarse en el ejercicio 2012.
No se esperan cambios en el IVA, el segundo tributo que más recauda en España, ya que el Gobierno no es partidario de volver a subir los tipos, tras el incremento de septiembre de 2012, ni de limitar la lista de bienes y servicios acogidos a tipos reducidos, más allá de la obligación que tiene de cumplir la sentencia del Tribunal Europeo respecto a los productos sanitarios.
La anunciada rebaja del impuesto de sociedades también se abordará previsiblemente en dos fases para dejar un tipo único del 25 %, que igualará el gravamen que pagan tanto las grandes empresas como las pymes, ya que ahora las de mayor tamaño tributan el 30 % por sus beneficios y las pequeñas y medianas, el 25 %, lo que en opinión de los expertos desincentiva la expansión empresarial.
Dentro del IRPF también está previsto que los trabajadores que ganan menos de 12.000 euros al año estén exentos de retenciones, en tanto que se mejorarán las deducciones aplicables por circunstancias personales como el cuidado de hijos, ascendientes y personas con discapacidad que convivan con el contribuyente.
Además se limitará el sistema de módulos de IRPF para autónomos, según ha confirmado esta semana el Ministerio de Hacienda a las principales asociaciones que representan a este colectivo.
Por tanto, seguirá existiendo este sistema de estimación objetiva que los expertos fiscales consideran un nicho de fraude, pero sólo para las actividades con relación directa con el consumidor final, como el comercio, la hostelería o el taxi.
También se rebajarán las retenciones profesionales para los autónomos (ahora en el 21 %) y se establecerá una retención aún inferior para los que perciban menos ingresos.
Tras las reuniones de esta semana de Hacienda con los agentes sociales parece que tampoco está prevista una subida de los impuestos especiales que gravan el alcohol, el tabaco o los hidrocarburos, que ya han subido durante la legislatura.
