El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que cuando accedió al cargo tuvo que 'partir de cero' en relación con los planes de su antecesor, Rodrigo Rato. 'Seguir negando la realidad no llevaba a ningún lado, hicimos un ejercicio de realismo que hoy nadie cuestiona', señaló.
Goirigolzarri, que fue recibido con abucheos y silbidos de las personas que se concentraron ante el edificio de la Audiencia, declaró como testigo durante dos horas y 45 minutos en la causa en la que se investiga la fusión y salida a Bolsa de Bankia. Goirigolzarri defendió su plan, que precisó de ayudas públicas de 17.959 millones de euros, frente al de Rato. También reveló que en mayo de 2012, después de que Rato le llamara para comunicarle que dimitía y ofrecerle ser 'presidente con plenos poderes', el ministro de Economía, De Guindos, se puso en contacto con él para animarle a que aceptara el cargo. 'No consulté a nadie. Bueno sí, a mi mujer', dijo.
Tras negar que en su designación existiese cualquier tipo de injerencia política, Goirigolzarri dijo que una semana antes de su nombramiento Rato le llamó para que fuera 'consejero delegado' de la entidad aunque no aceptó porque quería 'plena libertad' para desarrollar su proyecto.
A preguntas del abogado de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Andrés Herzog, que ejerce la acusación popular, el testigo aseguró que no preguntó a Rato si su renuncia estaba relacionada con la negativa de la auditora Deloitte a rubricar las cuentas y supuso que esta decisión estaba avalada por las siete cajas de ahorros que conformaban la entidad.
Sí apuntó que una semana antes de esa llamada recibió otra en la que Rato le propuso ser 'consejero delegado' en sustitución de Francisco Verdú. 'Yo no pregunto por chismorreos', contestó, según las citadas fuentes. Esta versión concuerda con la declaración del exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que aseguró que antes de que De Guindos le quitara el 'control' de la crisis tenía en mente que Rato cediera a Goirigolizarri los poderes ejecutivos.
Tras negar que en su designación existiese cualquier tipo de injerencia política, Goirigolzarri dijo que una semana antes de su nombramiento Rato le llamó para que fuera 'consejero delegado' de la entidad aunque no aceptó porque quería 'plena libertad' para desarrollar su proyecto.
A preguntas del abogado de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Andrés Herzog, que ejerce la acusación popular, el testigo aseguró que no preguntó a Rato si su renuncia estaba relacionada con la negativa de la auditora Deloitte a rubricar las cuentas y supuso que esta decisión estaba avalada por las siete cajas de ahorros que conformaban la entidad.
Sí apuntó que una semana antes de esa llamada recibió otra en la que Rato le propuso ser 'consejero delegado' en sustitución de Francisco Verdú. 'Yo no pregunto por chismorreos', contestó, según las citadas fuentes. Esta versión concuerda con la declaración del exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que aseguró que antes de que De Guindos le quitara el 'control' de la crisis tenía en mente que Rato cediera a Goirigolizarri los poderes ejecutivos.
