Inditex, el mayor grupo textil del mundo y al que pertenecen cadenas como Zara o Stradivarius, celebró ayer su junta general de accionistas en la que su consejero delegado, Óscar García Maceiras, destacó la evolución positiva del negocio que se mantuvo a lo largo de este año, impulsado por la “solidez financiera” de la compañía, siendo la base que permite a la firma “continuar invirtiendo en todo aquello que sea preciso para el crecimiento futuro”. García Maceiras recordó que la compañía seguirá apostando por su crecimiento y para ello invertirá este año 1.600 millones de euros.
En esta línea, el consejero delegado hizo referencia al beneficio neto récord de 4.130 millones de euros que la compañía registró en su ejercicio fiscal 2022-2023, obtenido “en un año particularmente complejo en materia de inflación”, y en el que el grupo tomó la decisión de proceder al cese definitivo de sus operaciones en Rusia. Maceiras destacó también que en España, “y como consecuencia del efecto sede”, la contribución tributaria del grupo superó los 1.800 millones de euros, “representativos del 24% de la contribución total”.
"La magia de Inditex"
La presidenta de Inditex, Marta Ortega, subrayó por su parte que durante estos meses el grupo se tuvo que enfrentar a “numerosos retos y desafíos, algunos totalmente imprevisibles”, que se superaron gracias a lo que la compañía llama “la magia de Inditex”. En este sentido, Ortega afirmó que, a su juicio, “Inditex es magia para superar retos, para enfrentarse a las dificultades y salir fortalecidos de ellas”, que tiene su base en “el trabajo en equipo y en los valores de la compañía, fuertemente marcados por la autoexigencia”.
La compañía también hizo públicos ayer sus nuevos objetivos en sostenibilidad, entre los que destaca reducir un 50% sus emisiones en 2030 respecto a 2018, incluyendo tanto las generadas en sus operaciones como las de su cadena de valor. En concreto, la compañía cofundada por Amancio Ortega y que suma miles de proveedores en todo el mundo, se compromete a recortar en el periodo sus emisiones directas (alcance 1 y 2) un 90% y las de las de su cadena de valor (alcance 3) un 50% en el citado periodo.
Cero emisiones
Este sería el hito intermedio para alcanzar en 2040 la meta de ser cero emisiones netas. El objetivo lo alcanzarán “reduciendo de manera efectiva el 90%” de sus emisiones, en tanto que el 10% de emisiones restante, difíciles de reducir, será neutralizado “con acciones que permitan absorber esos gases de efecto invernadero”. Estos compromisos suponen un avance en el objetivo de alinear el desempeño del grupo con la senda para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C, según el plan que persigue la descarbonización de la compañía.
En el plan, Inditex se compromete a que en 2030 sus marcas sólo usarán materias primas textiles que supongan un menor impacto medioambiental (denominadas preferentes). Ese año, el 40% de las fibras provendrá de procesos de reciclaje convencional, alrededor de un 25% serán fibras de nueva generación (aún en desarrollo) y otro 25% procederá de agricultura orgánica o regenerativa.
Entre los compromisos verde de Inditex, también figuran apostar por las energías renovables y la economía circular, y apoyar proyectos para proteger, restaurar o regenerar hasta 5 millones de hectáreas y contribuir a mejorar la biodiversidad.
Los nuevos objetivos de sostenibilidad “suponen un avance diferencial en nuestra hoja de ruta hacia un crecimiento rentable y responsable. Sin duda, esta actualización contribuirá a transformar y mejorar el sector y la industria textil”, afirma en el documento el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras. La presión sobre los recursos naturales de nuestro planeta y el desafío que suponen el cambio climático y la crisis de biodiversidad requieren una respuesta rápida por parte de todos, según el plan de Inditex.
