Javier Garrido Valenzuela (Madrid, 1961) es el presidente de la Federación de Promotores Inmobiliarios de Galicia (Feproga) y de la asociación de la provincia de Pontevedra (Aproin) desde 2007. En febrero de este año fue nombrado vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP).
Madrileño de nacimiento, vive en Vigo desde 1970, está casado y tiene dos hijos. Cursó estudios de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad de Vigo. Está vinculado con el mundo inmobiliario desde hace más de dos décadas.
¿Cómo está el sector?
La situación en Galicia no se diferencia mucho de lo que ocurre en el resto de España porque tenemos una dependencia muy grande de la situación financiera del país. Creemos que el comportamiento de la banca ha sido de una total irresponsabilidad porque no se puede echar las culpas sobre las espaldas de un sector que en Galicia está muy atomizado, con pequeñas y medianas empresas. Aún encima es que en Galicia no hay el problema de stock de vivienda que hay en el resto de España, así que llegamos a la conclusión de que la comunidad está siendo lastrada y ha sido arrastrada por una situación a nivel nacional que no nos es propia. Como sector hemos hecho los deberes razonablemente, no hemos perdido los nervios y no hemos hecho viviendas a destajo.
¿La banca está abriendo por fin el grifo?
No y en Galicia estamos padeciendo una situación adicional derivada de la fusión de las cajas. En 2007-2008, el 68% de las hipotecas de Galicia eran de Caixanova, Caixa Galicia y Banco Pastor.
Casi cuatro años después de que estallara la burbuja inmobiliaria. ¿Se ve más claro quién es el culpable?
Los culpables fuimos un poco todos. El sector inmobiliario se convirtió en un refugio de inversión y ahí el desmelene y descontrol fue de la banca y de las políticas financieras de muchos países.
Hay quien dice que la banca se ha convertido en los auténticos promotores inmobiliarios y se habla de competencia desleal. ¿Cómo lo ve?
Es posible en el resto de España, pero en Galicia no porque si segmentamos el sector por tipologías de viviendas nada tiene que ver el mercado de primera residencia con el de segunda. El stock en Galicia además de ser escaso está prácticamente concentrado -casi un 90%- en el ámbito de la segunda residencia -el mercado turístico residencial-, que es totalmente distinto del mercado que los profesionales estamos diciendo que hay que reactivar, la primera vivienda para el segmento de mercado medio que es gente joven.
¿Cómo va 2011?
Se nota algo de movimiento, pero muy poco a poco. Es sorprendente que Vigo es de las pocas grandes ciudades gallegas que tiene su planeamiento adaptado a la ley nueva, por lo que tendría que tener mayor seguridad jurídica, pero no ha sido capaz de incentivar que se produjeran inversiones en la urbe. Tenemos todas las armas porque somos la primera ciudad de Galicia y tenemos más habitantes, pero ahora mismo en Vigo no hay posibilidades de adquisición de vivienda.
¿A qué se debe?
La gente tiene miedo a invertir en Vigo porque resulta que la ciudad está liderada por una persona que demoniza el sector inmobiliario, lo considera un enemigo y lo asimila con la especulación. No colabora con desarrollos rentables de promoción de suelo en la ciudad. Es increíble porque todo el mundo es consciente de la relevancia económica que tiene nuestro sector, suponemos el 17-18 por ciento del PIB español y el mismo ratio en Vigo. En esta ciudad hay gente que quiere comprar, hay gente que quiere producir, pero hay dos patas que están cojeando que son la financiera y la gestión municipal. Si se hubiera destinado parte del dinero de las humanizaciones a vivienda otro gallo cantaría. Ciento y pico millones de euros en aceras en Vigo es demasiado. Me parece bien humanizar, pero también prestar atención a la vivienda que es un bien de primera necesidad.
¿Cómo se debería reactivar el consumo?
Que todo el mundo haga sus deberes. Necesitamos un liderazgo de la Administración que agilice los trámites y que la banca preste dinero.
¿Es buen momento para comprar un vivienda?
Si alguien ve una que le gusta que no dude en comprarla porque en cinco-diez años habrá hecho la mejor operación inmobiliaria de su vida.
¿Por dónde están tirando las empresas para sobrevivir?
Algunas están yendo fuera de España, sobre todo a países emergentes como Brasil. Visualizamos la rehabilitación de la vivienda como una potencialización clara de negocio en Galicia, pero bien hecha porque hablando de rehabilitación de patrimonio si el expediente tarda dos años pues ya me contarás.
Este sector ¿volverá a ser lo que era?
Espero que sí. La recuperación va a ser muy lenta. Lo que creíamos que iba a empezar a remontar en el segundo semestre de este año va a ir más despacio y tendrá que esperar a finales de 2012 o inicios de 2013. Ahí se empezarán a hacer viviendas, pero no hablamos de un bosque de grúas, que aún es algo impensable.
¿Cómo está el sector?
La situación en Galicia no se diferencia mucho de lo que ocurre en el resto de España porque tenemos una dependencia muy grande de la situación financiera del país. Creemos que el comportamiento de la banca ha sido de una total irresponsabilidad porque no se puede echar las culpas sobre las espaldas de un sector que en Galicia está muy atomizado, con pequeñas y medianas empresas. Aún encima es que en Galicia no hay el problema de stock de vivienda que hay en el resto de España, así que llegamos a la conclusión de que la comunidad está siendo lastrada y ha sido arrastrada por una situación a nivel nacional que no nos es propia. Como sector hemos hecho los deberes razonablemente, no hemos perdido los nervios y no hemos hecho viviendas a destajo.
¿La banca está abriendo por fin el grifo?
No y en Galicia estamos padeciendo una situación adicional derivada de la fusión de las cajas. En 2007-2008, el 68% de las hipotecas de Galicia eran de Caixanova, Caixa Galicia y Banco Pastor.
Casi cuatro años después de que estallara la burbuja inmobiliaria. ¿Se ve más claro quién es el culpable?
Los culpables fuimos un poco todos. El sector inmobiliario se convirtió en un refugio de inversión y ahí el desmelene y descontrol fue de la banca y de las políticas financieras de muchos países.
Hay quien dice que la banca se ha convertido en los auténticos promotores inmobiliarios y se habla de competencia desleal. ¿Cómo lo ve?
Es posible en el resto de España, pero en Galicia no porque si segmentamos el sector por tipologías de viviendas nada tiene que ver el mercado de primera residencia con el de segunda. El stock en Galicia además de ser escaso está prácticamente concentrado -casi un 90%- en el ámbito de la segunda residencia -el mercado turístico residencial-, que es totalmente distinto del mercado que los profesionales estamos diciendo que hay que reactivar, la primera vivienda para el segmento de mercado medio que es gente joven.
¿Cómo va 2011?
Se nota algo de movimiento, pero muy poco a poco. Es sorprendente que Vigo es de las pocas grandes ciudades gallegas que tiene su planeamiento adaptado a la ley nueva, por lo que tendría que tener mayor seguridad jurídica, pero no ha sido capaz de incentivar que se produjeran inversiones en la urbe. Tenemos todas las armas porque somos la primera ciudad de Galicia y tenemos más habitantes, pero ahora mismo en Vigo no hay posibilidades de adquisición de vivienda.
¿A qué se debe?
La gente tiene miedo a invertir en Vigo porque resulta que la ciudad está liderada por una persona que demoniza el sector inmobiliario, lo considera un enemigo y lo asimila con la especulación. No colabora con desarrollos rentables de promoción de suelo en la ciudad. Es increíble porque todo el mundo es consciente de la relevancia económica que tiene nuestro sector, suponemos el 17-18 por ciento del PIB español y el mismo ratio en Vigo. En esta ciudad hay gente que quiere comprar, hay gente que quiere producir, pero hay dos patas que están cojeando que son la financiera y la gestión municipal. Si se hubiera destinado parte del dinero de las humanizaciones a vivienda otro gallo cantaría. Ciento y pico millones de euros en aceras en Vigo es demasiado. Me parece bien humanizar, pero también prestar atención a la vivienda que es un bien de primera necesidad.
¿Cómo se debería reactivar el consumo?
Que todo el mundo haga sus deberes. Necesitamos un liderazgo de la Administración que agilice los trámites y que la banca preste dinero.
¿Es buen momento para comprar un vivienda?
Si alguien ve una que le gusta que no dude en comprarla porque en cinco-diez años habrá hecho la mejor operación inmobiliaria de su vida.
¿Por dónde están tirando las empresas para sobrevivir?
Algunas están yendo fuera de España, sobre todo a países emergentes como Brasil. Visualizamos la rehabilitación de la vivienda como una potencialización clara de negocio en Galicia, pero bien hecha porque hablando de rehabilitación de patrimonio si el expediente tarda dos años pues ya me contarás.
Este sector ¿volverá a ser lo que era?
Espero que sí. La recuperación va a ser muy lenta. Lo que creíamos que iba a empezar a remontar en el segundo semestre de este año va a ir más despacio y tendrá que esperar a finales de 2012 o inicios de 2013. Ahí se empezarán a hacer viviendas, pero no hablamos de un bosque de grúas, que aún es algo impensable.
