Reconoce que una moneda única fuerte perjudicará a los esfuerzos que hacen los países del Sur

Merkel apoya al euro, aunque 'derrita' los ajustes españoles

Ángela Merkel, durante una comparecencia pública que tuvo ayer en Oslo. (Foto: T. W. OIJORD)
La canciller alemana, Angela Merkel, defendió que un euro entre 1,30 y 1,40 dólares está en valores históricos 'normales', pese a que esto puede 'derretir como la nieve bajo el sol' el duro trabajo que están haciendo en los países del Sur de Europa para reducir los costes laborales.
La canciller alemana admitió ayer que la apreciación del euro puede lastrar los esfuerzos de los países en crisis por mejorar la competitividad de su sector exterior, pero abogó por unos tipos de cambio sin intervención política. La jefa del Gobierno alemán realizó estas declaraciones en su intervención en el acto de celebración del 50 aniversario de la creación del grupo de los llamados 'Cinco Sabios', los cinco profesores que asesoran al Ejecutivo alemán en materia económica.

Merkel aseguró 'entender las preocupaciones y miedos en los países del sur de Europa', que con 'grandes esfuerzos' han reducido sus costes unitarios, al ver cómo en las últimas semanas el euro se aprecia sensiblemente frente al dólar estadounidense y el yen japonés.

'Descubren ahora que estos (esfuerzos) bajo ciertas condiciones se pueden derretir como la nieve al sol', señaló Merkel, en relación a la pérdida competitiva que supone la apreciación del euro para el sector exterior de países como España, que pretenden acabar con su déficit comercial y acercar la recuperación económica a través de las exportaciones. La canciller agregó, no obstante, que se 'incluye dentro de la normalidad' histórica que el euro se mueva entre los 1,30 y los 1,40 dólares.


'TODOS DEBEN CUMPLIR'

Merkel advirtió a este respecto que es una 'señal importante' que el G20 abogase en su última reunión por no alterar políticamente los tipos de cambio, pero recalcó que 'todos los participantes deben cumplir' esto, en una referencia velada a Japón.

El nuevo Ejecutivo nipón impulsó recientemente una polémica estrategia de reactivación del crecimiento que incluye una agresiva política económica expansiva, lo que ha depreciado notablemente al yen frente al resto de divisas de referencia.

La depreciación de una moneda mejora la posición relativa de las exportaciones de ese país en el exterior, a la vez que encarece las importaciones dentro de sus fronteras, desincentivando su consumo. Estados Unidos, que como Japón tiene ya los tipos de interés en mínimos históricos y tampoco puede reducirlos para reactivar su economía, también ha recurrido en tres ocasiones a una relajación cuantitativa.

En los últimos días el euro se ha apreciado frente al billete verde estadounidense y el yen, lo que ha llevado al Gobierno de Francia, entre otros, a proponer una intervención de los tipos de cambio con la finalidad de favorecer las exportaciones.

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