Empresarios y sindicatos de Vigo y la provincia llegaron ayer a un preacuerdo sobre el convenio colectivo después de ocho meses de negociaciones y siete de conflicto, que llevó incluso a una larga y dura huelga de 26 días. Al acuerdo para 27.000 trabajadores no se sumó el sindicato CIG ni las patronales Instalectra y Foncalor, que no lo firmaron. El resto de partes aceptó la propuesta de los mediadores, con una subida salarial del 3,85% en los tres años de duración.
El sector del metal de la provincia que afecta a unos 27.000 trabajadores podría tener paz social en los próximos tres años pues ayer empresarios y sindicatos llegaron a un preacuerdo sobre el convenio colectivo. No obstante, sólo lo firmaron dos de los tres sindicatos (UGT y CC OO) y tres de las cinco patronales (Asime, Feca y Atra), mientras que CIG, Instalectra y Foncalor no aceptaron la propuesta que hicieron los mediadores (Xunta y Ministerio de Trabajo). Se trata de un convenio por tres años y una subida salarial del 3,85% en dicho periodo: 2,5% en 2009 (1,10% más el 1,4% del IPC de 2008), IPC más 1,5% en 2010 e IPC más 1,25% en 2011. Además, el texto recoge que si el IPC fuera negativo no se tendría en cuenta y que habrá una cláusula de revisión para el tercer año. Con respecto a la regulación de la jornada laboral anual se fijó un mecanismo que garantiza a los trabajadores el disfrute de los días de exceso de jornada, con un preaviso de 15 días. Por último, acerca de la regulación de la contratación del naval (reivindicación de la CIG), se abordará en la comisión de seguimiento de la bolsa de empleo. El portavoz de la parte empresarial, Enrique Mallón, recordó que aunque el preacuerdo no cuenta con el respaldo de todas las asociaciones involucradas éstas podrán adherirse cuando se firme el acuerdo final, que ahora esperan que se produzca en el plazo de una semana. Mallón calificó el hecho de pequeño éxito porque el sector del metal ha tenido que pasar durante todo este tiempo (ocho meses de negociación) por un sufrimiento abundante, por lo que la satisfacción es relativa. El responsable de la CIG Miguel Anxo Malvido, explicó que su sindicato no lo apoya porque se trata de la misma propuesta que se hizo en junio y que por aquel entonces ya habíamos rechazado por insuficiente. Mostró su rechazo a la oferta salarial y en la regulación de la contratación en el naval, lamentó que queda muy abierto al haberse decidido que una comisión lo trate en un plazo de 45 días. Las patronales que tampoco firmaron (Instalectra y Foncalor) dijeron que no podían asumir la subida salarial.
26 días de dura huelga y siete meses de conflicto
Al fin llega el preacuerdo para firmar el convenio del metal de la provincia de Pontevedra, ése mismo que comenzó a negociarse el pasado mes de febrero y que costó mucho a ambas partes. Pero para que haya paz social en los próximos tres años, los sindicatos recurrieron a la huelga, la más dura que vivió este sector en toda Galicia. Duró 26 días y en la mente de los vigueses quedan duras escenas de enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios por las calles de la ciudad. Las negociaciones sobre el convenio colectivo comenzaron hace ocho meses y el conflicto en abril, cuando los trabajadores plantaron las horas extra como medida de presión. La mesa estaba compuesta por representantes de la CIG, CC OO y UGT y de cinco patronales. Tiempo después tuvo que sumarse la Administración ante la falta de acuerdo entre las dos partes. Ayer llegó el fin del conflicto, aunque la satisfacción no es total porque no hubo acuerdo unánime. La CIG no firmó el texto y también se desmarcaron Instalectra (instalaciones y reparaciones eléctricas) ni Foncalor (empresas de fontanería, calefacción y aire acondicionado) de la provincia.
26 días de dura huelga y siete meses de conflicto
Al fin llega el preacuerdo para firmar el convenio del metal de la provincia de Pontevedra, ése mismo que comenzó a negociarse el pasado mes de febrero y que costó mucho a ambas partes. Pero para que haya paz social en los próximos tres años, los sindicatos recurrieron a la huelga, la más dura que vivió este sector en toda Galicia. Duró 26 días y en la mente de los vigueses quedan duras escenas de enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios por las calles de la ciudad. Las negociaciones sobre el convenio colectivo comenzaron hace ocho meses y el conflicto en abril, cuando los trabajadores plantaron las horas extra como medida de presión. La mesa estaba compuesta por representantes de la CIG, CC OO y UGT y de cinco patronales. Tiempo después tuvo que sumarse la Administración ante la falta de acuerdo entre las dos partes. Ayer llegó el fin del conflicto, aunque la satisfacción no es total porque no hubo acuerdo unánime. La CIG no firmó el texto y también se desmarcaron Instalectra (instalaciones y reparaciones eléctricas) ni Foncalor (empresas de fontanería, calefacción y aire acondicionado) de la provincia.
