El Ibex 35 perdió el 3,41% y concluyó en 7.640,70 puntos, marca mínima del año, mientras París se dejó el 4,03% en el día

El miedo a la quiebra griega hunde las bolsas y acosa a los bancos galos

La Bolsa española ayer el 3,41 por ciento y concluyó en 7.640,70 puntos, nuevo mínimo anual, y nivel desconocido desde finales de marzo de 2009, afectada por la posibilidad de que Grecia suspenda pagos y por la caída de la banca.
Con la prima de riesgo española en 358 puntos, nivel previo al inicio de la compra de deuda española por el BCE, el índice de referencia de la bolsa, el IBEX 35, cayó 269,50 puntos, el 3,41 por ciento, la sexta mayor caída del año, hasta 7.640,70 puntos. Las pérdidas acumuladas desde enero crecen al 22,50 por ciento.

En Europa, con el euro a 1,364 dólares, mínimo desde mediados de febrero pasado, bajaron las principales plazas europeas: París, el 4,03 por ciento; Milán, el 3,89 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 3,79 por ciento; Fráncfort, el 2,27 por ciento, y Londres, el 1,63 por ciento.

La caída del 2,7 por ciento de Wall Street el viernes, después de la dimisión del consejero del Banco Central Europeo Jürgen Stark y de los rumores de suspensión de pagos de Grecia, seguían influyendo en el mercado español desde la apertura, en la que perdía el 2 por ciento y el nivel de 7.800 puntos.

Las pretensiones de un partido socio del Gobierno alemán, el CSU, de expulsar a Grecia del euro o las declaraciones de algunas autoridades germanas sobre sus planes de anticipación a la suspensión de pagos del país heleno condicionaban la caída.

La bolsa bajaba una hora después de la apertura hasta 7.592 puntos, nuevo mínimo anual, sin que le importara el nuevo impuesto inmobiliario griego para recaudar 2.000 millones y la reunión del G-7 del fin de semana, donde el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ofreció a los bancos toda la liquidez que necesiten.

El resto de las bolsas europeas vivieron también una jornada negra, arrastradas por el desplome de los bancos, que ya han comenzado a descontar el impacto que tendría en sus cuentas la quiebra de Grecia y que se calcula en unos dos billones de euros. La bolsa más castigada, con un descenso del 4,03 por ciento, fue la de París, pues al efecto griego se unió un segundo factor, la probabilidad de que Moody's decida una próxima rebaja en la calificación de su deuda, precisamente por el alto riesgo.

El presidente del Banco de Francia (BdF), Christian Noyer, se vio obligado a salir en defensa del sector y aseguró que los bancos franceses pueden hacer frente a cualquier escenario en Grecia. Sea cual sea el escenario griego (...) los bancos franceses tienen medios para hacerle frente porque no tienen problemas de liquidez ni de solvencia', señaló Noyer.

Al cierre de la sesión, el valor más castigado fue BNP Paribás, que se dejó un 12,35 por ciento, y que en lo que va de año ha perdido un 45,14 por ciento. Otros bancos afectados fueron Societé General, con una caída de 10,7 por ciento, y Credit Agricole, con un 10,6 por ciento, a los que se suma la aseguradora AXA, con un 9,72 por ciento.

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