NCG Banco se ha convertido en el centro de la actualidad financiera gallega y nadie habla ya de la caja de la que heredó su negocio. Pero ¿qué queda de Novacaixagalicia? Pues mucho, porque será uno de los accionistas de NCG Banco (ahora mismo es el único hasta que entre primero el FROB y luego los accionistas privados), gestiona la obra social y un pequeño negocio financiero a través del monte de piedad.
Se trata de una figura muy singular que procede de Caixanova -Caixa Galicia no tenía este instrumento- cuyo negocio es el de micropréstamos con garantías que habitualmente son piezas de oro o piedras preciosas. La mayoría de los usuarios recupera las piezas que empeña. Según datos de la entidad supone apenas un 1,6% de su activo.
Creado en 1880, con la crisis su actividad vivió en los últimos años un repunte. Con datos al cierre del año 2009, el monte de piedad de Caixanova tenía vigentes casi 5.000 operaciones, con un importe superior a los 1,5 millones de euros. Otra de las posibilidades que podría estar barajando la entidad es la de rentabilizar su obra social en la utilización de sus edificios e instalaciones para obtener ingresos, porque lo que sí tienen claro es que la dotación no volverá ser lo que fue en mucho tiempo.
FUNDACIÓN
En cuanto a la posibilidad de que Novacaixagalicia se convierta en una fundación, desde la entidad lo descartan, de momento. Seguirá existiendo como caja al menos hasta diciembre, cuando entren los inversores privados en NCG Banco. La caja se vería obligada a convertirse en fundación en el caso de que los accionistas privados, sin tener en cuenta al FROB, superasen el 50 por ciento del capital del banco.
La caja tiene activos valorados en 344 millones de euros, entre los que se incluyen 97 centros e infraestructuras socioculturales en la comunidad gallega.
El regulador del sistema financiero español tiene hasta el próximo viernes para pronuciarse sobre NCG Banco. A lo largo de esta semana hará pública la valoración de la entidad y a partir de ahí José María Castellano tendrá tres meses para cerrar el grupo de accionistas privados.
Varios fondos estadounidenses y otras entidades extranjeras que no son fondos, así como empresarios gallegos en Galicia y fuera de España mostró su interés por entrar en el accionariado de NCG Banco, pero es necesaria la valoración del Banco de España.
Creado en 1880, con la crisis su actividad vivió en los últimos años un repunte. Con datos al cierre del año 2009, el monte de piedad de Caixanova tenía vigentes casi 5.000 operaciones, con un importe superior a los 1,5 millones de euros. Otra de las posibilidades que podría estar barajando la entidad es la de rentabilizar su obra social en la utilización de sus edificios e instalaciones para obtener ingresos, porque lo que sí tienen claro es que la dotación no volverá ser lo que fue en mucho tiempo.
FUNDACIÓN
En cuanto a la posibilidad de que Novacaixagalicia se convierta en una fundación, desde la entidad lo descartan, de momento. Seguirá existiendo como caja al menos hasta diciembre, cuando entren los inversores privados en NCG Banco. La caja se vería obligada a convertirse en fundación en el caso de que los accionistas privados, sin tener en cuenta al FROB, superasen el 50 por ciento del capital del banco.
La caja tiene activos valorados en 344 millones de euros, entre los que se incluyen 97 centros e infraestructuras socioculturales en la comunidad gallega.
El regulador del sistema financiero español tiene hasta el próximo viernes para pronuciarse sobre NCG Banco. A lo largo de esta semana hará pública la valoración de la entidad y a partir de ahí José María Castellano tendrá tres meses para cerrar el grupo de accionistas privados.
Varios fondos estadounidenses y otras entidades extranjeras que no son fondos, así como empresarios gallegos en Galicia y fuera de España mostró su interés por entrar en el accionariado de NCG Banco, pero es necesaria la valoración del Banco de España.
