Las rebajas, que se generalizan el martes próximo, nos tentarán con descuentos iniciales de hasta el 50%, pero el comprador responsable no debe dejarse cegar, sino adquirir lo que necesita realmente y a un precio aceptable, aconsejan las organizaciones de consumidores, para que el gasto sea una inversión rentable. Aunque hay comunidades, como Madrid y Murcia, donde parte del comercio ya comenzó las rebajas días atrás, la tradición se impone y los hipermercados y grandes almacenes prefieren apurar la campaña de ventas navideñas con los regalos de Reyes y esperar al 7 de enero para bajar los precios.
Las rebajas, sobre todo las de enero y febrero, suelen empezar los últimos años con unos descuentos cada vez mas interesantes para los consumidores y pueden acabar incluso en reducciones del 70%, según constató el presidente de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), Fernando Móner. Pero pide a los consumidores que verifiquen si el descuento es real, por ejemplo comprobando en las semanas precedente los productos y los precios para comparar después.
También recuerda que no es una época comercial diferente, salvo en el precio, así que los productos puestos a la venta deben ser de la misma temporada, con los mismos derechos y obligaciones para los consumidores.
El portavoz de Facua-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez, aconseja por su parte planificar lo que se va a necesitar y mirar si el precio final de venta es aceptable antes que dejarse deslumbrar por los descuentos. Alertó además de la publicidad 'engañosa' de eslóganes como 'Las mejores rebajas de la historia' o sugerir que las reducciones de precios más altas son generalizadas, cuando en realidad son sólo para un puñado de artículos, pues los porcentajes de descuento figuran en grande y la advertencia 'hasta' en pequeño.
Estas prácticas 'arrastran' también a los establecimientos de barrio para poder competir, con lo que el comercio pierde credibilidad, sin que las administraciones, asegura Sánchez, intervengan.
También recuerda que no es una época comercial diferente, salvo en el precio, así que los productos puestos a la venta deben ser de la misma temporada, con los mismos derechos y obligaciones para los consumidores.
El portavoz de Facua-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez, aconseja por su parte planificar lo que se va a necesitar y mirar si el precio final de venta es aceptable antes que dejarse deslumbrar por los descuentos. Alertó además de la publicidad 'engañosa' de eslóganes como 'Las mejores rebajas de la historia' o sugerir que las reducciones de precios más altas son generalizadas, cuando en realidad son sólo para un puñado de artículos, pues los porcentajes de descuento figuran en grande y la advertencia 'hasta' en pequeño.
Estas prácticas 'arrastran' también a los establecimientos de barrio para poder competir, con lo que el comercio pierde credibilidad, sin que las administraciones, asegura Sánchez, intervengan.
