La dirección de Panrico se reunió ayer con los representantes de los trabajadores para iniciar formalmente el periodo de consultas para el cierre de la planta de Santiago de Compostela, que cuenta con un centenar de trabajadores. En el encuentro se produjo la entrega de la documentación, que ahora estudiarán los servicios jurídicos y económicos de los sindicatos antes de volver a citarse con los directivos en agosto.
El responsable de la federación agroalimentaria de Comisiones Obreras, Francisco Vilar, destacó que 'no hubo novedades' respecto a la semana pasada y el interés de la plantilla sigue siendo que la actividad continúe bajo la responsabilidad de Panrico. Para ello, ven necesario la 'intervención' de la Xunta y del Ayuntamiento compostelano, algo que, en asamblea el pasado sábado, acordaron pedir para 'salvar los puestos de trabajo'.
